Los vecinos y automovilistas de la zona aledaña al Sanatorio Británico, comprendida por las calles Paraguay, Jujuy y avenida Wheelwright, denuncian en voz baja que existe "una mafia de cuidacoches" que acosa a los dueños de los autos que estacionan en el lugar.
En el sector el estacionamiento es libre y gratuito; sin embargo, nadie puede dejar su coche sin pagar la propina.
"Es terrible, hacen lo que quieren, reservan lugares a los que pagan por mes y pretenden que los médicos y familias de pacientes que vienen tres o cuatro veces por día paguen en cada oportunidad", se quejó un habitué del lugar, que por temor a represalias o agresiones en su contra pidió reserva de su identidad.
Una realidad similar fue denunciada por este medio a principios de mes, cuando se hizo una denuncia formal en contra de cuidadores de autos instalados en las inmediaciones del Hospital Italiano. Entonces, un cuidacoches agredió físicamente a un automovilista que se negó a abonar por el servicio. La víctima, Ramón Ferragut, denunció que lo insultaron, le pegaron y le rayaron el auto; la policía detuvo al violento cuidador que intentó escapar a bordo de una moto, con más de cien pesos en la billetera producto de la recaudación del día.
La situación planteada en la zona del Británico es un secreto a voces en el barrio, pero todos temen identificarse para hablar del tema ya que se sienten intimidados por quienes operan diariamente en las calles.
Varios comerciantes del lugar admiten que quien se niega a pagar por estacionar es prepoteado por los cuidacoches, quienes eventualmente hasta han llegado a golpear y rayar los vehículos de los vecinos.
"¿Qué quiere que le diga?", respondió a La Capital un comerciante, quien agregó: "El maltrato de los cuidadores es cotidiano, y los problemas de tránsito también".
Los cuidacoches hacen turnos de día y de noche, y realmente no hay resquicio que quede libre a la hora de estacionar sin pagar por hacerlo, más allá de que la zona no está contemplada en el estacionamiento medido y tampoco cuando se amplíe el radio del servicio concesionado.
"Difícil de punir"
Las autoridades municipales admiten que quienes exigen el pago por cuidar un vehículo incurren en un delito. Sin embargo, el responsable de Control Urbano municipal, Ubaldo Modarelli, dice que la actividad "es muy difícil de punir". También las autoridades policiales aseguraron que quien pide compulsivamente dinero para cuidar un vehículo y carece de autorización incurre en "la figura de extorsión". Sin embargo, los rosarinos siguen padeciendo estas situaciones en diversos espacios abiertos de la ciudad.\Un informe hecho por La Capital a principios de este año daba cuenta del enorme poder recaudatorio que en algunos sectores de la ciudad tiene esta irregular actividad. El relevamiento daba como ejemplo que en las inmediaciones de la Estación Fluvial los cuidacoches ganaban entre 4 mil y 5 mil pesos mensuales en época estival, con el importante flujo de personas que utilizan la estación para cruzar a las islas.