El derrotado precandidato a senador nacional por la Lista Naranja en las elecciones internas del radicalismo, Juan Carlos Millet, denunció la compra de "al menos" más de dos mil votos en Rosario por parte de Convergencia. Millet aseguró que un particular corte en unas dos mil boletas del sector amarillo demuestra la existencia de la compra de voluntades. "No es un voto, es una factura de pago", señaló el diputado nacional, además de afirmar que no tiene "ninguna duda" de que se habría consagrado candidato a senador de no mediar la maniobra que denunció.
El ex rector de la UNR indicó que, tras las internas celebradas el pasado domingo, representantes de la Lista Naranja advirtieron "una fuerte diferencia entre los votos por (Horacio) Usandizaga y los que obtuvieron sus propios candidatos a integrar la junta electoral, que tradicionalmente nunca son objeto de corte". El legislador exhibió boletas de Convergencia con un corte que deja afuera del voto a los postulantes a miembros de la junta electoral del radicalismo provincial, a quienes "nadie conoce y son las personas que técnicamente llevan adelante el proceso electoral. Es gente de Santa Fe por una cuestión operativa, porque van a trabajar con los padrones, mirar las fichas y demás", indicó.
Un "voto insólito"
"Nos llamó la atención la aparición de muchísimos votos muy particulares, que tenían un agujero en el medio. Un voto insólito, porque están cortadas personas que son desconocidas, igual que nuestros candidatos a la junta electoral. Este es el certificado de pago de un voto comprado", resaltó Millet.
El dirigente explicó que "funciona más o menos así: un referente tiene diez, veinte personas que trabajan con él. En esta elección hubo muchos afiliados dobles del peronismo, habíamos denunciado cinco mil sólo en Rosario. Los punteros justicialistas que manejaban ese grupo de peronistas pagaban el voto. Pero las dos partes tienen que estar seguras. Por ejemplo, se pagan diez pesos antes de la elección y después se entregan otros tantos diez pesos como votos de esta característica aparecen en la urna, como una forma de garantizar que el tipo que había sido comprado cumpliera con el mandato y no hiciera otra cosa".
"¿Dos mil rosarinos van a entrar al cuarto oscuro con una trincheta y hacer un agujerito así, tan prolijo, para expresamente sacar tres santafesinos que no conocen y poner otros tres santafesinos distintos que tampoco conocen? Es obvio que no podían pagar un corte transversal, porque es probable que alguien cortara a (Juan Carlos) Altare, por ejemplo, porque sabe quien es. Pero nadie, a menos que sea comprado, podría sacar a los miembros de la junta electoral", afirmó, además de confirmar que ese voto "vale para todos los candidatos que aparecen en la boleta, excepto para los postulantes a integrar la junta electoral".
Una elección "deformada"
Millet aseveró que este tipo de prácticas "históricamente nunca habían ocurrido en el radicalismo y han deformado el proceso electoral", y añadió que no tiene "ninguna duda" de que se hubiese impuesto en las internas si no se hubiesen llevado a cabo las maniobras que denunció. "Al menos en Rosario las pruebas están al canto. Si se descuentan dos mil votos y tenemos en cuenta que perdimos por 600, ¿qué habría pasado?".
"Esto ocurre también porque el peronismo no presenta sus padrones en la justicia electoral. Si uno está afiliado a un partido se tiene que caer del otro, acá al no haber una presentación de padrones a la justicia electoral, esta no lo da de baja. Por lo cual miles de personas están afiliadas a los dos partidos", aseguró, para agregar: "Tenemos una parte del partido asociado al gobernador. Si encima no se cruzan y depuran los padrones, estamos absolutamente vulnerables a la intromisión de un partido adentro del otro".
Millet aclaró: "No digo que todos los votos de Usandizaga sean así, tiene infinidad de gente que lo apoya. Pero en esta oportunidad recurrió, al menos, a dos mil voluntades compradas. Esto implica que yo tengo derecho a cuestionar la legitimidad de esa representatividad".