Año CXXXIV
 Nº 49.097
Rosario,
martes  24 de
abril de 2001
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Acusados de robo de bebés
Prisión preventiva para Etchecolatz y Bergés
Por "participación indiscutible" en el delito fueron procesados y embargados por un millón de pesos

La Justicia platense dictó ayer el procesamiento con prisión preventiva del médico policial Jorge Bergés y el ex comisario Miguel Etchecolatz, y les trabó un embargo a cada uno de un millón de pesos, por considerar que tuvieron una "participación indiscutible" en la sustitución de identidad de una joven nacida en cautiverio durante la última dictadura militar. En otra causa contra Etchecolatz una mujer reclamó por conocer el paradero de su hermano desaparecido.
La medida de procesamiento y prisión preventiva contra Bergés y Etchecolatz fue dispuesta ayer por el titular del juzgado tres de La Plata Arnaldo Corazza, en la causa que investiga el cambio de identidad a Carmen Sanz, una joven nacida en 1977 en el Pozo de Banfield, uno de los centros ilegal de detención que funcionaron durante la última dictadura.
Además, a Bergés se lo responsabilizó por "falsificación de instrumento público", ya que el último viernes la Justicia descubrió que el acta de nacimiento donde se le otorgaba otra identidad a la joven llevaba su firma.
Carmen Sanz nació el 27 de diciembre de 1977, cuando Aída Sanz, una joven uruguaya que había sido detenida ilegalmente cuatro días antes, junto a su madre, Elsa Fernández, la dio a luz en el clandestino Pozo de Banfield. Apenas nació, la criatura fue entregada a una pareja que no sabía el verdadero origen de la menor. Según el juez, fue el propio Bergés el que entregó la criatura diciendo que en su clínica había parturientas que no querían luego saber nada de sus hijos.
Etchecolatz era, a fines de 1977, director de Investigaciones de la Policía Bonaerense, con jurisdicción en varios campos de concentración, incluido el Pozo de Banfield. Allí, Bergés asistió a prisioneras embarazadas y habría confeccionado falsas actas de nacimiento.
En una resolución de once carillas, el juez Corazza entendió que Bergés "tuvo una participación indiscutible en la sustitución de identidad de Carmen Sanz", y que a Etchecolatz, al ser el superior del médico, "le cabe igual reproche", en razón de la cadena de mandos.
El juez Corazza hizo hincapié también en la "autoría mediata" que tuvo Etchecolatz en el delito. "Igual reproche le cabe en razón de que los mandos inferiores que actuaron en la denominada represión a la subversión, lo hicieron en cumplimiento de órdenes superiores y siguiendo inexorablemente la cadena de mandos", estableció.
El ex comisario general fue beneficiado la semana pasada con el arresto domiciliado porque tiene más de 70 años.

Nuevo cuarto intermedio
Mientras, y en medio del desesperado clamor de una hermana de un desaparecido durante la última dictadura, otro juicio contra Etchecolatz, acusado de amenazas a jóvenes que lo repudiaron, pasó ayer a un nuevo cuarto intermedio hasta el jueves, cuando deberá declarar un testigo y quedará despejado el camino para los alegatos de las partes y el fallo del juez.
Etchecolatz está acusado por el presunto delito de "amenazas" contra un grupo de jóvenes que lo repudiaron en una plaza pública porteña, situación en la que el ex director de Investigaciones de la Policía Bonaerense habría extraído un arma de una bolsa para amedrentar a los manifestantes.
Al final de la audiencia, y cuando Etchecolatz ya se había retirado a bordo de un móvil policial, la hermana de un desaparecido "hace 23 años y medio" -según dijo la mujer, de apellido Barrionuevo- protagonizó un incidente menor con un camión celular de la Policía Federal.
"¡Quiero saber dónde está mi hermano!, ¡son todos iguales ustedes!, ¡quiero saber la verdad! ¡hace 23 años y medio que busco justicia para mi hermano... lo secuestraron delante de mí", dijo, a los gritos, la mujer, quien parada frente al vehículo desafió a los policías: "¡Pasame por arriba si querés, pero yo de acá no me muevo!".



Una mujer enfrentó a los gritos a Etchecolatz.
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