Oscar Lehrer
Pleno centro de la ciudad. En uno de sus muchos shopping, saboreando un humeante y rico café. Charlando amablemente. Grabador de por medio y continuas interrupciones en la nota que Ovación estaba realizando con el técnico Pablo D'Angelo. "Hola Pablo, te felicito por tu tarea en Ferro". El encargado de la frase le tendió su mano al entrenador, lo palmeó con delicadeza, pidió disculpas por cortar la entrevista y partió sonriendo. Así pasaron tres, cinco, diez personas más... El hecho de que Ferro haya quedado eliminado recién en octavos de final (0-3 ante Libertad de Sunchales, uno de los planteles mejor pagos de la Liga Nacional) con un equipo repleto de jugadores de escasa edad y experiencia liguera es gratificante y la gente se lo ratificó con palabras. D'Angelo agradeció una y otra vez y continuó el diálogo.
-¿Te sorprendió el llamado de Ferro?
-Sí, totalmente. Una vez que decidi no arreglar con Andino de La Rioja sabía que iba a tener que esperar, como mínimo hasta que finalizara la primera fase, por si se daba el corte de algún técnico. Cuando comenzó la segunda y no había recibido ningún llamado, me resigné a aguardar hasta la próxima temporada. Pero de repente apareció Ferro. La partida de Tolcachier, el técnico anterior, no se debió a un mal desempeño deportivo sino contraactual y dejó el equipo a diez fechas del final de la etapa regular. Ahí comenzó mi trabajo en el club.
-¿Con qué te encontraste?
-Me encontré con un conjunto que estaba mal en lo anímico. Siempre un cambio de entrenador genera complicaciones. Pero pudimos salir adelante y llegar a los play off por el título.
-¿Cómo explicás la eliminación frente a Libertad?
-En principio creo que el cruce no nos favoreció. Nos enfrentamos con el equipo más complicado de los cuatro posibles (los otros eran Belgrano de San Nicolás, Regatas y Quilmes). La serie fue muy pareja salvo el primer partido. Al último, en el Héctor Etchart, lo teníamos liquidado y una serie de errores nos dejó afuera. Pero estoy muy contento porque el trabajo de los chicos fue espectacular y el reconocimiento del público así lo demostró. Fue un buen final de temporada. Cumplimos con nuestra meta.
-Si el público quedó conforme, la continuidad es un hecho.
-Hace tiempo que con el club teníamos arreglada la continuidad. Pero eso dependía de dos factores: mantener la categoría, que se logró con creces, y esperar que la economía de la institución mejorara. Eso no depende de mí. Pero Ferro fue, es y será historia viviente del básquetbol argentino. Es muy difícil que sus dirigentes decidan dejar de lado la Liga Nacional.
-En caso de que así sea, ¿cómo ves el plantel para la próxima temporada?
-La situación es complicada porque todos los jugadores Sub 21 como Leiva, Ciorciari y Kammerich pasarán a ocupar fichas de mayores y seguramente habrá que dar de baja a alguno. Pero todavía falta tiempo. Cuando llegue el momento tendrá que actuar.
-¿Qué nivel tuvo el rosarino Diego Logrippo dentro del plantel?
-El inconveniente principal de Diego fueron sus lesiones. En esta temporada que está llegando a su fin, mientras estuvo en cancha tuvo cosas positivas para el equipo. Se hizo fuerte debajo del aro. Pero lo que más rescato fue su cremiento humano y deportivo.
-Tolcachier dejó el equipo por problemas económicos. ¿Cómo fue tu situación?
-Me incorporé a Ferro sabiendo que me enfrentaba con una situación dificil. Es un club que está en convocatoria y que día a día busca soluciones para no caer en la quiebra. Pero por suerte me encontré con un grupo de dirigentes que pelean a muerte por mejorar tanto la parte deportiva como la social.
-¿Te la jugas por el campeón de esta temporada?
-Una de las pocas cosas que mantiene el básquet es la justicia deportiva. Los cuatro mejores equipos están arriba peleando por el título; los cuatro peores abajo, jugando para no descender, y los ocho del medio son relativamente parejos.
-Excelente testimonio, pero.... ¿y el campeón?
-Estudiantes de Olavarría le va a ganar la final a Atenas. Está pasando por un momento bárbaro. Es el mejor equipo de la Liga Nacional.
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La Ciudad
