"Voy a pelear con las autoridades nacionales para poner en marcha el programa que permita sacar a los chicos de la calle". El desafío partió de boca del secretario de Promoción Social de la Municipalidad, Miguel Zamarini, quien recordó que desde agosto se espera una respuesta de la Nación para financiar un programa de asistencia a los niños en riesgo, fondos que en algún momento habían sido prometidos. El funcionario municipal aseguró que si no logra que el ministro de Economía, Domingo Cavallo, envíe esas partidas, desde el municipio se generarán medidas alternativas.
Zamarini, quien acaba de cumplir el primer mes de trabajo en el cargo, recordó que en agosto pasado el intendente Hermes Binner lanzó un plan que tenía por objetivo lograr que los chicos dejaran de trabajar en la calle y asistieran a la escuela, para lo cual sus padres recibirían a cambio un Plan Trabajar a fin de reemplazar los ingresos que sus hijos llevan habitualmente a sus familias.
El programa fue elevado a la entonces ministra de Desarrollo Social, Graciela Fernández Meijide, pero nunca hubo una respuesta desde el ámbito nacional. "Necesitamos que ellos cumplan lo que habían prometido", insistió el secretario local, antes de adelantar que está dispuesto a "ir a pelear ante las autoridades nacionales" para poner en marcha este plan que beneficiará a unos 400 niños que viven en la calle.
El secretario de Promoción Social recalcó que insistirá ante los funcionarios del gobierno de Fernando de la Rúa, pero admitió que "va a ser muy difícil conseguir que Cavallo envíe plata".
Aunque sin enunciarlo, Zamarini dejó ver claramente el descontento que hay en el seno de las fuerzas del Frepaso con el gobierno nacional por la inclusión de Cavallo en el gabinete. "Estoy convencido de que el ministro de Economía no tiene la sensibilidad necesaria para ocuparse de la cuestión de la niñez, ni está dentro de sus planes y sus objetivos la problemática social", disparó.
El panorama para discutir con los funcionarios en Buenos Aires se complica, teniendo en cuenta que tras la última gran crisis en la Casa Rosada aún no se designó al reemplazante definitivo de Fernández Meijide. "El Frepaso está peleando por conseguir el Ministerio de Desarrollo Social", confirmó Zamarini, quien todavía no logró encontrar en Capital Federal un interlocutor válido para tratar estas cuestiones vinculadas al área de Promoción Social.
Buscar caminos alternativos
El secretario prometió que aunque no lleguen los fondos del gobierno nacional, "la Municipalidad generará programas alternativos" para auxiliar a los chicos de la calle. Esos planes, que aún deberán elaborarse, serán costeados con fondos que saldrán de las arcas del municipio de Rosario.
Admitió que es probable que no se pueda sostener el proyecto que Binner había anunciado y que requería un presupuesto de unos 500 mil pesos anuales. El programa tenía previsto beneficiar a 400 chicos que habían sido censados por la Municipalidad y que actualmente realizan distintas tareas en la vía pública, tales como limpiar los parabrisas de los vehículos que se detienen ante los semáforos o abrir y cerrar las puertas de los taxis para conseguir una limosna.
"Debemos repasar todo en materia de derechos del niño", confesó Zamarini, antes de puntualizar que está reuniendo información al respecto antes de reformular el área que deberá generar planes propios para ayudar a los chicos de la calle. El funcionario recalcó que aunque no se consiga una fuente de financiamiento nacional "se aguzarán la imaginación y la creatividad para poder hacer cosas con recursos propios".
"Si bien la Municipalidad tiene una política muy clara de protección al niño a través de los programas Crecer, hay muchas cosas que van por fuera de ellos y que debemos abordar", dijo, por lo que propuso entrevistarse con distintos profesionales que trabajan sobre cuestiones vinculadas a la minoridad para lograr realizar una propuesta interdisciplinaria.
Zamarini señaló que entre sus planes está la idea de retomar los talleres de capacitación técnica y aprendizaje laboral.
Según las estadísticas elaboradas por Unicef, son más de 320 mil los niños menores de 15 años que trabajan en la Argentina. De ellos, unos 252 mil son explotados en los grandes conglomerados urbanos, como por ejemplo el del Gran Rosario.
"Es necesario revertir esa situación y estoy dispuesto a pelear para conseguir los fondos necesarios, sean tanto de la Nación o de la misma Municipalidad", recalcó Zamarini, quien fue rotundo al considerar que "no se puede permitir que los chicos sigan siendo el sustento de sus familias".