Acuerdo político para llegar al Alca en el 2005

La Tercera Cumbre de las Américas que concluyó ayer en Quebec dejó bien encarrilado, especialmente en el terreno político, el esfuerzo para lograr un acuerdo hemisférico de libre comercio para el año 2005. Es cierto que pueden presentarse dificultades en los detalles, pero ha surgido claramente de todas las declaraciones de los jefes de Estado y de gobierno que destacan las coincidencias políticas y económicas.
Para los países del hemisferio resultó muy tentador y clave para el crecimiento, poder establecer un canal de libre comercio con una economía de 9,2 billones de dólares anuales.
Un simple ejemplo de lo que puede lograr un país con mentalidad exportadora, y sin impedimentos aduaneros, lo ve uno al entrar en un supermercado de los Estados Unidos. En el sector fideos hay una variedad abrumadora de productos italianos y lo mismo ocurre con los quesos, especialmente los duros. No se ven, en cambio, esos productos argentinos, pese a que el nuestro tiene una base agrícola ganadera enorme.
La diferencia importante para esta era post Quebec es que la Iniciativa para la Empresa de las Américas, surgió de una manera casi accidental en 1990, durante el gobierno del presidente George H. Bush, padre del actual mandatario.
En aquel momento los funcionarios estadounidenses hablaron de la ida de una comunidad hemisférica. Pero eso estaba condicionado hasta el éxito de una empresa mucho más definida, el Tratado de Libre Comercio para la América del Norte (TLC) que incorporó a México al bloque comercial Canadá-EE.UU.
El TLC debió vencer una serie de barreras, especialmente en el frente político interno de los EE.UU. Resulta difícil pensar en la posibilidad del éxito de un esfuerzo para lograr la aceptación del libre comercio hemisférico sin la demostración de los resultados del TLC.
Los sindicatos estadounidenses, opuestos a más libre comercio, han dicho que el TLC ha causado el desplazamiento de 750 mil empleos hacia México. Pero el representante comercial estadounidense, Robert Zoellick, respondió el mes pasado durante una audiencia en el Congreso que el aumento en las exportaciones había ayudado a crear 20 millones de puestos de trabajo.
El presidente Fernando de la Rúa dijo que las negociaciones para el Area de Libre Comercio de las Américas (Alca) deben realizarse dentro del marco del Mercosur. La economía brasileña es la mayor de los países latinoamericanos pero en un acuerdo regional puede encontrar el contrabalance de México.
El presidente George W. Bush prometió en Quebec buscar que el Congreso le brinde la autorización para negociar por la vía rápida, una promesa que muchos dudan se pueda cumplir. Si los términos que se acuerden para esa negociación son aceptables para los demás países del hemisferio, gran parte de la batalla estará ganada. La idea es lograr que todo esté listo para el 2005, cuando debe entrar en vigencia el acuerdo.