Año CXXXIV
 Nº 49.095
Rosario,
domingo  22 de
abril de 2001
Min 8º
Máx 22º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Tucumán
Un cura decidió armarse con un rifle para asustar a los ladrones
Es el párroco Marcelo Tobar, cuya iglesia fue asaltada dos veces en un mes

Tucumán.- Un sacerdote aseguró ayer que está dispuesto a utilizar un rifle con balas de goma para amedrentar a los ladrones que, por segunda vez en menos de un mes, asaltaron su iglesia.
"La idea no es matarlos pero sí amedrentarlos porque si un asaltante viene con un machete puede cortarme un brazo. Entonces lo único que me queda es armarme con un rifle y balas de goma", sostuvo el párroco Marcelo Tobar, de la Iglesia Inmaculada Concepción, en el populoso y carenciado barrio de San Cayetano en las afueras de la capital tucumana.
Tobar expresó su preocupación por el robo de dos pesadas alcancías del templo, en el que se venera la imagen de la Virgen Desatanudos.
El sacerdote, quien debió construir una alcancía de hierro forjado para que los fieles depositen allí la limosna, luego del último robo del fin de semana pasado, manifestó que la inseguridad en el barrio donde se levanta su capilla "es desesperante" y que "la Iglesia debe invertir mucha plata para protegerse".
"Tengo que guardar la mercadería que nos dan para atender el comedor infantil en una habitación con rejas y candados. Tenemos alarmas por todos lados y estas cosas siguen pasando. El jueves por la noche andaban por los techos unos chicos, tirando cosas y cortando la membrana", expresó Tobar.

Plata para seguridad
El cura, de 40 años, anticipó que "en vez de usar la plata (que recauda con limosnas) para ayudar a la gente que lo necesita" deberá gastar 1.700 pesos para comprarse un rifle y colocar alambres de púas y otros elementos, a fin de defender a la Iglesia de los asaltos.
"En el barrio hay cada vez más rejas. Las autoridades deberían darse cuenta de la gravedad del problema social y saber que estas zonas (las carenciadas) avanzan rápidamente hacia el centro. Ahí va a ser más difícil de resolver la cuestión", subrayó.
También responsabilizó a la policía por la situación, a tal punto que dijo que los uniformados pudieron dar con el joven de 17 años -apodado Chompiras- que se llevó el botín de la iglesia el fin de semana pasado, gracias a los datos que él mismo proporcionó.
"Sé que ganan poco, que no tienen elementos y que muchas veces se prenden por necesidad y no se juegan la vida porque la pensión o la jubilación que les tocaría son miserables. Pero la policía no tiene credibilidad y a eso deberían dedicarse", concluyó Tobar.



Marcelo Tobar quiere amedrentar a los asaltantes.
Ampliar Foto
Diario La Capital todos los derechos reservados