Año CXXXIV
 Nº 49.095
Rosario,
domingo  22 de
abril de 2001
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Conmoción en Santa Fe por múltiples hechos de violencia
Una ciudad sitiada por los robos y las rivalidades entre bandas delictivas
La disputa por territorios y "negocios" en la capital provincial se traduce en una sangrienta serie de asesinatos

Carlos Roberto Morán

Santa Fe.- La disputa por territorios o, en muchas oportunidades, por la explotación de prostitutas, ha derivado en reiterados ajustes de cuentas entre bandas o grupos rivales asentados en los barrios periféricos de esta ciudad que en los últimos días y de manera reiterada se han enfrentado, dejando numerosas víctimas. Aparte de las que son producidas a causa de robos, entre ellas la de un camionero entrerriano ultimado después que un grupo de malvivientes lo asaltó para sacarle apenas 50 pesos.
Por esta retahíla de hechos trágicos la población capitalina se muestra conmovida y desasosegada, porque a lo anterior deben sumarse los constantes asaltos a mano armada a comercios y viviendas particulares, episodios que también viven a diario taxistas y remiseros que -en realidad- parecen veteranos de guerra y no lo que deben ser: pacíficos vecinos que con mucho sacrificio diario ganan su jornal. Se trata de situaciones de violencia cotidiana que en no pocas oportunidades permanecen anónimos porque no hay denuncias y, cuando las hay, tampoco se recuperan los bienes perdidos.
Pero las dos primeras semanas de abril parecieron teñir todo de rojo. La crónica policial llegó a hablar de cuatro muertes violentas en menos de 72 horas, causadas por presuntos ajustes de cuentas entre bandas. Y ese pico de violencia se vio aún más incrementado cuando la misma crónica informó que en una hora y media se registraron cuatro muertes por armas de fuego, aunque en este caso debieron contabilizarse dos suicidios y un crimen pasional.
Sin embargo, lo que prevalece es la acción de estas bandas o grupos criminales, algunas veces nucleados en "familias" que se apoderan de algunas zonas específicas de la ciudad y en las que establecen un reinado de terror y también de complicidades. La síntesis de los hechos, que damos aparte, habla por sí sola de la gravedad del actual estado de situación.
El sacerdote Atilio Rosso, animador central del Movimiento Los Sin Techo, que realiza una vasta obra en los barrios marginales de Santa Fe, opina que "la pobreza no es tomada en cuenta por la sociedad" y que gran parte de la violencia actual se debe "a la actual explosión del deseo, del goce, del vale todo". Afirma que se viven momentos en los que han retrocedido valores tales como los de la solidaridad y el sacrificio.
"No hay buenos ejemplos arriba, no hay nada para ese treinta por ciento de la población marginada, olvidada", manifestó Rosso quien aclaró que muchos vecinos que deben vivir en esas zonas de la ciudad "están podridos de la violencia, de los tiros, no quieren que los jóvenes se estén matando por cualquier cuestión" y abogó para que la sociedad no siga dándole la espalda a la pobreza, "porque así como hoy estamos no vamos a encontrarle la salida".
José Luis Pagés, responsable de la página policial de El Litoral, admite que se ha acrecentado la violencia en toda la ciudad pero especialmente en sus barrios periféricos y se pregunta sobre qué es lo que está circulando en las "zonas calientes" de Santa Fe para que los jóvenes estén "tan sacados", se muestren tan brutales en sus comportamientos. Sus contactos con esos sectores conflictivos le llevan a decir que la droga y la prostitución resultan los principales detonantes de estos enfrentamientos en los que se advierte que los delincuentes se mueven de un lugar a otro con cierta libertad, porque suelen contar con protección de grupos afines y con "aguantaderos" donde quedan guardados mientras son buscados por la policía.
El comisario general Alberto Ferrero, titular de la Unidad Regional I, no cree que la crónica roja de estos días sea sustancialmente diferente a lo que viene ocurriendo en los últimos años en Santa Fe, aunque admite su preocupación por haberse registrado varios hechos trágicos de manera casi simultánea destacando entre todos ellos el crimen del camionero, que se distingue del resto por su vesanía y gratuidad.
Ferrero expresó que la policía "en ningún momento baja los brazos", recordando que en 15 meses de actuación "se han secuestrado más de mil armas", muchas de ellas robadas en casas particulares. "El principal problema es que los integrantes de estos grupos tienen una rivalidad desde hace mucho tiempo y, cuando llega el momento, se producen esta clase de hechos". Aseguró que cuando la policía está presente la ostentación de armas desaparece y en consecuencia mantiene su directiva de "saturar" con la presencia de uniformados los sectores más conflictivos de la ciudad. "Es una lucha constante", confesó.
No obstante ello, la sensación de inseguridad en la población se ha acrecentado en grado suma a causa de la actual seguidilla de crimenes, de asaltos violentos, de hechos conmovedores como los antes referidos. Y reclaman cada vez más la aplicación de soluciones rápidas y eficaces, que reduzcan los márgenes de la violencia y se pueda volver a vivir con menos sobresaltos.



Barrios periféricos, escenarios de violencia cotidiana.
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