Año CXXXIV
 Nº 49.095
Rosario,
domingo  22 de
abril de 2001
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Mercados
Llegó la hora de discutir lo importante
Las reformas monetarias propuestas por Cavallo desvían la discusión de temas clave en el marco de la crisis

Salvador Di Stefano

Por no discutir una profunda rebaja del gasto público, que incluya una reforma en el gasto político, la República Argentina se embarcó en una serie de reformas monetarias, que sólo hacen desviar la discusión hacia temas que en sí mismos, perturban aún más el escenario económico.
El ministro de Economía pretendió utilizar los superpoderes para modificar la carta orgánica del BCRA, y desde la entidad financiera le contestaron con los tapones de punta, desconociendo las medidas que se enunciaban en dicho decreto.
En el sistema financiero se desató una interna entre aquellos que apoyan la dolarización, y los que desean una canasta de monedas. Para muchos esto tiene un ribete político, máxime cuando se lo vio al ex presidente Menem juntando votos en el Senado para oponerse a la ley que plantea una modificación en el artículo número 1 de la ley de convertibilidad, que indica que el dólar y el euro serán el respaldo del peso argentino, por proporciones similares.
El ministro de economía pretende comprar tiempo, y a través de la inyección de fondos, utilizando las reservas que poseen los bancos, postergar para el futuro la baja del gasto público, que debió hacerse mucho tiempo atrás.
En la actualidad el país muestra dificultades manifiestas para conseguir fondos en los mercados internacionales, los bancos locales ya han agotado la posibilidad de financiar al Estado, y el presidente del BCRA le ha cerrado los grifos al ministro de Economía.
Si bien Cavallo se cansa de decir que tiene los recursos necesarios para afrontar los pagos de deuda hasta fin de año, los ruidos que se producen en el mercado por lo que acontece en materia financiera no dejan de incrementar el riesgo país, que en la tarde del día viernes superó el 10% anual.
Con estas tasas extravagantes, es imposible reactivar la economía. La recaudación de abril viene muy mal, muy pocos abonaron el impuesto a las ganancias, ya que los pagos realizados a través de los anticipos excedían holgadamente la posición final.
El único dato positivo es la recaudación del impuesto al cheque, que sólo podrá suplir la recaudación perdida y dejará un efecto neutro en materia de ingresos.
Con este escenario, no se avizora en el corto plazo una salida clara. Hace unas semanas los problemas eran políticos, ahora son económico-financieros, y resulta inaceptable que hombres del área económica no se pongan de acuerdo para tomar las medidas que sean menos nocivas para la economía doméstica.
Debemos resaltar que si bien estamos a favor de que el Banco Central República Argentina tenga una política independiente, no resulta menos cierto, que en determinadas circunstancias, debería procederse a una flexibilización de las normas, máxime en un contexto de alta incertidumbre en el mercado.
El martes, las entidades financieras pensaban que podían actuar de una forma, luego se les dijo que no lo podían hacer, y más tarde el sistema quedó en rojo, y todos juntos salieron a buscar dinero al mercado lo que potenció la tasa de call a niveles del 50% anual en pesos.
En este escenario los precios no existen, los activos financieros pueden seguir descendiendo porque la incertidumbre es muy alta. No obstante hay que ser optimistas respecto al futuro, ya que en esta oportunidad no habrá lugar para una próxima vez. Deberán solucionarse los problemas radicalmente, de lo contrario, la cesación de pagos estará a la vuelta de la esquina.
En el futuro inmediato se espera: * El regreso del ministro Cavallo para saber que pasos se siguen con la política monetaria, ya que a esta altura del partido la independencia del BCRA no existe.
u Desde el BCRA desconocerán todo lo que el ministro haga, ya que se consideran con la autoridad necesaria para no recibir ordenes del poder ejecutivo.
u Los bancos están saturados de títulos públicos, y piden reglas claras, a pesar que entre ellos hay quienes juegan a favor de la dolarización, y otros apuestan fuertemente a la canasta de monedas.
u Los bonos rinden el 16% anual, y su rendimiento es muy extravagante. Como la discusión es entre hombres de negocios, el entendimiento debería primar entre las partes, y a pesar de que están jugando con fuego, ambos contendientes son conscientes de los perjuicios que le podría traer aparejado al país, por lo tanto, habrá una resolución rápida del conflicto.
u En este escenario no existen los precios, solo la incertidumbre. Lo que queda claro es que hay que dejar de jugar con fuego, terminar con los enfrentamientos, porque de lo contrario los perjuicios serían muy graves.


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