Málaga celebró la Semana Santa con su inconfundible sello barroco y bullicioso. Magníficas procesiones de las cofradías sacaron a las calles preciosísimas imágenes cargadas por orgullosos hombres de trono. La ciudad participó a pleno y ninguno de sus habitantes, como tampoco aquellos que desde diversas partes del globo llegaron para ver de cerca cómo se vive allí la Pasión, fueron indiferentes ante tan espectacular demostración de fe y tradición cultural. Uno de los momentos más destacados de la celebración fue el acto donde se rinde culto, año tras año, al Cristo de la Buena Muerte. Miembros de La Legión (foto), cuerpo de elite de las fuerzas armadas españolas, luego de su desembarco en el puerto en la mañana del Jueves Santo, se dirigieron hasta la plaza Santo Domingo. Allí una multitud los esperaba para ver cómo doce hombres, de paso breve y marcial, al compás de solemnes acordes, trasladarían al Cristo desde su capilla hasta el trono procesional. Inolvidable.
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