Año CXXXIV
 Nº 49.095
Rosario,
domingo  22 de
abril de 2001
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Dijo que su ex jefe político fracasó en el gobierno y en su rol como titular partidario
Alicia Castro: "Chacho Alvarez suicidó al Frepaso"
La diputada afirmó que sumará nuevos disidentes a su proyecto y opinó que Cavallo no tiene un plan

Omar Bravo

Fue dueña del primer discurso rebelde surgido en el jardín de flores del Frepaso recién llegado al poder con la Alianza, hace más de un año y medio. El avance del tiempo y las políticas oficiales la encontró en el recinto de Diputados con su pelo de tonos rojizos haciendole juego con su verba filosa, la misma que un día, cansado, Carlos Chacho Alvarez ya no quiso escuchar. Fue en ese momento cuando Alicia Castro decidió que el ex vicepresidente ya no era su jefe político y se encaminó hacia su nueva criatura, el Frente por el Cambio, con la que irá a las elecciones legislativas de octubre próximo. La azafata devenida en líder del sindicato de aeronavegantes y más tarde en diputada nacional, dialogó con La Capital en su coqueto departamento del barrio de Retiro, en la Capital Federal.
-La aparición sucesiva del Frente por el Cambio, del Polo Social y de Argentina República de Iguales (ARI), ¿es realmente una construcción o cada dirigente se juega la personal con vistas a las elecciones?
-Estamos conformando un partido político que se llama Frente por el Cambio, con cuatro diputados nacionales, tres diputados provinciales y más de cincuenta concejales, disidentes del Frente Grande y del Frepaso, más el Partido Intransigente entero y el Frente de la Gente, de San Juan. El Frente por el Cambio es una herramienta política que tiene por objetivo confrontar en las ideas, el pensamiento, las acciones y el proyecto con el partido único del ajuste y la exclusión, que es el partido de la Alianza, el menemismo y (Domingo) Cavallo. No sé si eso contesta su pregunta...
-¿Pero no está ocurriendo algo parecido a lo que sucedió con el Frepaso? Es decir, la disgregación de la oposición. Por ejemplo, Elisa Carrió criticó fuerte al padre Farinello...
-No, de ninguna manera. Desconozco lo que dijo Carrió. Nosotros tenemos mandato explícito para trabajar en la confluencia, con el Polo tenemos muy avanzadas las conversaciones y es casi seguro que confluiremos en una herramienta electoral para el mes de octubre.
-¿Con el ARI es más difícil el acuerdo por la presencia de los socialista democráticos, que no quieren perder su identidad?
-Yo nunca quiero hablar de otros; habrá que preguntárselo a ellos. No sé si será posible el acuerdo pero sé que es imprescindible. No comprendería cuál sería el obstáculo si ya hemos coincidido plenamente con los socialistas y con Carrió en las votaciones, incluso cuando era muy difícil oponerse a la política de la Alianza como en el caso de la reforma laboral. Votamos en contra de la rebaja salarial, en contra del impuesto a la ley de competitividad de Cavallo, es decir la coincidencia ha sido espontánea, fuerte, ideológica. Por otra parte, estoy segura que se van a seguir sumando otros compañeros y colegas que todavía están en el Frepaso.
-El ex ministro Federico Storani quiere impulsar un encuentro que sea una especie de Molino II, con nuevos integrantes. De concretarse, ¿el Frente por el Cambio concurriría?
-El radicalismo no está en condiciones para convocarlo. El radicalismo está en el gobierno. Storani estuvo a cargo del ministerio del Interior cuando se votó la reforma laboral y cuando se reprimió en Corrientes. No lo escucho a Storani vetar las acciones de gobierno, como no se escucha a (Raúl) Alfonsín vetar a Cavallo, entonces mal puede llamar al Molino. El Molino fue un espíritu de confluencia social contra el modelo neoliberal. Hoy la UCR es parte ejecutora del modelo de ajuste.
-Usted hace tiempo que dejó de considerar a Chacho Alvarez como su jefe político. ¿Cree que perdió su oportunidad histórica o aún puede recuperarse?
-La política argentina tiene una gran capacidad de reciclaje, lo cual no creo que sea muy bueno. Es hora de que surjan nuevos dirigentes. No sé que oportunidad nueva se le puede dar a una persona que fracasó como vicepresidente, que fracasó en la tarea central de articular un partido progresista dentro de la Alianza. Esa era la tarea que tenía Chacho Alvarez. Y Chacho Alvarez suicidó a su partido político, al ritmo de su falta de compromiso y su falta de convicción para proponer un pensamiento alternativo e ideas alternativas que estuvieran a la altura de la crisis. A mí me importa muchísimo más el destino de la gente que el destino individual de dirigentes que han fracasado. Por eso creo que el movimiento social está mucho más adelantado que la partidocracia, por eso lo que nos proponemos desde el Frente por el Cambio es la representación política del movimiento social, de los excluídos, los productores, los trabajadores, los intelectuales y los artistas que quieren construir un nuevo proyecto de Nación. Tanto Storani como Alvarez son dos dirigentes que tuvieron su oportunidad y la perdieron.
-¿Cómo vivió los rumores sobre la renuncia de Cavallo, después de tanto debate sobre las leyes y poderes que pidió el gobierno?
-Creo que Cavallo no tiene plan y que esto es lo que se hace cada vez más evidente. La misma persona que antes decía que había que escuchar y fortalecer a los mercados, se presentó como quien mejor los conocía, ahora se planta a decir: «Yo no sé que son los mercados. Son unos jóvenes irresponsables que hacen crisis frente a las computadoras». Que lástima que no lo dijera antes, ¿verdad? Además, recordemos que Cavallo fue quien vació las cajas de seguridad social con el sistema de privatización de la jubilación. Nadie puede esperar seriamente que Cavallo sea una persona que aliente la producción y el empleo argentino. El riesgo país tiene que ver con que Cavallo no tiene plan, tiene que ver con un sistema mafioso instalado en el poder y un pacto de impunidad que hay entre la Alianza y el gobierno anterior, que es evidente. Si no fuera por la acción de los fiscales, no se estaría investigando ni siquiera algo tan escandaloso como el tráfico de las armas.


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