-¿Por qué te sumaste al elenco de "La ciénaga? -Porque me llamó la atención el guión, que es sensible y original, con una mirada muy particular sobre un universo en el que reconocí las impresiones que guardo de mi propia infancia. Cuando acepté sabía que asumía un riesgo, por las dificultades del personaje y por apostar a una directora (Lucrecia Martel) que hacía su primer largo. Pero a mí me gusta correr riesgos. -¿Te costó adaptarte al lenguaje cinematográfico? -Sí. Pero siempre sentí que todas las dificultades eran positivas, porque, después de dos años de asumir un personaje como el de Roxy de "Gasoleros", tenía la posibilidad de desplazarme hacia otro lugar con un personaje absolutamente diferente. Además Lucrecia allanó el camino con una cantidad de ensayos previos al rodaje, orientados a los vínculos entre los personajes. Los chicos que aparecen en la película no son actores profesionales. Pero el guión y la seguridad que tenía Lucrecia consiguió que esa mezcla de actores profesionales con lugareños se convirtiera en una mixtura espontánea. -¿Cómo lograste esa química con los chicos? -Esas son experiencias que uno aborda con bastante miedo porque no son fáciles. Pero después de hacerlas son muy placenteras por la frescura y la verdad que encierran. Parecía que todo conspiraba en contra de esos vínculos, el hecho de que fueran chicos, que carecieran de experiencia y que tuvieran un acento provinciano tan marcado que me obligaba a buscar un modo de hablar que no desentonara con ellos. -¿Cómo fue la convivencia durante las seis semanas de rodaje? -Fue como un viaje con amigos que recién conocés durante el rodaje. Estábamos descubriendo un ámbito nuevo para nosotros y tratando de hacerlo nuestro. Fueron seis semanas muy acotadas de una convivencia fantástica donde la principal preocupación era el trabajo. La sensación que todos teníamos de participar en una experiencia creativa, nos ayudó a soportar algunas situaciones duras del rodaje. -¿Cómo hacés para pasar de la simplicidad de Tali en "La ciénaga" a la extrovertida Chechu de "Culpables"? -Cada propuesta es un universo diferente. Si no fuera así, no le encontraría sentido a este trabajo. Lo que más me divierte es poder usar a los personajes como excusa para entrar en mundos distintos y explorar las leyes de ese universo. Lo mejor que tiene nuestra profesión es poder incursionar con impunidad en aspectos poco gratos de uno mismo. -¿Cómo viviste la experiencia del Festival de Berlín? -Fue alucinante, porque me sentí parte de un mundo donde, por lo común, uno está de espectadora y eso ya es un placer. Una experiencia en un festival interesante es maravillosa siempre. -¿Qué te creó más ansiedad, la premiere de Berlín o la de Buenos Aires? -La de acá, definitivamente. Hay miradas y opiniones que a uno le importan mucho. Además si en el exterior la película no gusta, se puede apelar a la argentinada de decir "después de todo, quién sos vos". Siempre lo que pasa en la casa de uno es más importante que lo que pasa afuera.
| La intérprete reconoció que le costó adaptarse al cine. | | Ampliar Foto | | |
|
|