"Topsy-Turvy", "El doctor y las mujeres", "Trece días" y "Planeta Rojo", los cuatro estrenos de esta semana en los cines de Rosario en la mira de Escenario.
"Topsy-Turvy"
La película de Mike Leigh, que llega a los cines de la Argentina con un par de años de retraso, es un filme interesante pero demasiado largo y de humor, por momentos, desconcertante. Como filme de reconstrucción histórica es impecable, pero sus ambiciones de ser algo más, sólo se logran a medias.
Leigh se propuso contar la historia de una sociedad creadora, la del músico Sullivan y la del escritor Gilbert, en la Gran Bretaña de fines del siglo XIX. Los autores se especializaban en operetas y eran los maestros del género hasta que comenzaron a repetirse. El primero que se da cuenta de esto es Sullivan, el músico, quien siente que debe dedicarse a una obra de mayor importancia, algo distinto a los productos hechos para el fácil consumo. El escritor porfía con contar siempre la misma historia, donde por algún proceso mágico se desencadena la acción de la pieza.
La reconstrucción de las operetas son lo mejor de la película, junto con las impecables actuaciones, pero pasa demasiado tiempo sin que suceda nada. Esta vez Leigh, el director de la agradable "Secretos y mentiras", tarda mucho tiempo -a expensas del entretenimiento del espectador- en plantear hacia dónde va "Topsy-Turvy", expresión que en inglés significa algo así como "incongruencia", un precipicio que, por lo menos, la película evita.
F.T.
"El doctor y las mujeres"
Robert Altman es uno de los directores más personales de las últimas tres décadas, bastante cuestionado y maltratado en estos años. Con "El doctor y las mujeres" camina otra vez por la cornisa, poniendo a prueba a sus más duros detractores. Altman repite el tono de comedia coral de "Pret-a-porter", pero con menos pretensiones, menos desbordes y también menos agudeza.
Esta vez su mirada ácida y crítica hace blanco en la sociedad burguesa de Dallas, a través de la historia de un ginecólogo, su familia y su clientela. Obviamente que Altman aprovecha para reírse de las costumbres y las banalidades de esa clase social y hasta del merchandising del asesinato de John Kennedy. Altman se ríe de todo, pero es bastante difícil que su película haga reír a los demás.
Claro que en "El doctor y las mujeres" aparecen esas picardías, por no decir maldades, que sólo Altman se atreve a plasmar. El director pone a los peores actores en los peores papeles (un ejemplo: Richard Gere), desnuda a Farrah Fawcett en la fuente de un shopping y muestra a Liv Tyler como una gordita lesbiana que se besa con Kate Hudson. El final lo desperdicia, al igual que a varios personajes, con una reflexión sobre la condición sexual que definitivamente no encaja.
Tal vez sea inútil pedirle a Altman películas redonditas y perfectas. Y esta, sin dudas, no lo es. Pero "El doctor y las mujeres" es una película suya, intransferible e inconfundible, y eso es algo que ninguna calificación alcanza a englobar ni puede llegar a evaluar con justicia.
C.T.
"Trece días"
"Trece días" fue la única película de la historia que se exhibió, antes de su estreno, en la Casa Blanca. No podía ser de otra manera. Debió haberse proyectado además en una función privada en la residencia de los Kennedy. John, Bob y Ted fueron los políticos de Estados Unidos más derechos y humanos. También, sensibles y pacifistas. Los militares, los únicos malos de la historia. La llamada "crisis de los misiles", que amenazó durante trece días en convertirse en una guerra nuclear apocalíptica entre los Estados Unidos y la ex Unión Soviética, según la mirada de Kevin Costner, se pudo evitar gracias al humanismo y paciencia de los Kennedy.
El personaje que interpreta Costner cuenta la historia y, al mismo tiempo, se convierte en el hombre principal de la historia. La mayor parte de la película se concentra en el amigo de la familia Kennedy y asesor del presidente, Kenny O'Donnell. A fuerza de buscar un narrador, la película exagera el papel de uno de los asesores de Kennedy. Hay una única explicación posible: el hijo de O'Donnell es uno de los productores del filme, aunque su nombre no aparece entre los créditos. Pero la verdad es que el productor del filme es el propio Costner, un especialista en el clan Kennedy desde que protagonizó "JFK".
La música de "Trece días" es melodramática y las actuaciones afectadas como si se tratase de una ópera. Lo mejor de la película es el relato de la "crisis" a través de las imágenes.
J.L.C.
"Planeta Rojo"
En vez de una isla en el Caribe, es un planeta a seis meses de camino por el Cosmos. Hay sólo un equipo formado por una comandante y cinco hombres, pero los amoríos corren igual. Claro, en "Expedición Robinson" no se muere nadie como en "Planeta Rojo", aunque existan otras reglas no menos descarnadas para eliminar a los personajes. Así, como si fuera un tour a las necesidades insatisfechas y al peligro de un ecosistema desconocido, se presenta el nuevo filme protagonizado por Val Kilmer.
Aquí la razón del viaje tiene un tinte filantrópico. La Tierra está inhabitablemente contaminada y hay que salir a buscar un planeta para mudarse. El elegido es Marte, hacia donde los humanos han enviado por años cientos de algas para que produzcan oxígeno. La tripulación piensa posar con el blasón de ser la primera misión tripulada al Planeta Rojo, cuando comienzan los problemas arriba y abajo.
Es entonces que la tranquilidad de la deseada Nueva Tierra se quiebra con cinco tipos vagando por su inmensidad acompañados por una computadora transformer que los ataca sin compasión. Y por supuesto, la lucha es ahora por volver a casa, mientras el relato se hace laxo, sin sorpresas argumentales ni visuales. "Planeta Rojo" se transforma de a poco en un videogame repetitivo que puede funcionar como entretenimiento de quienes buscan experiencias dietéticas. Pero para los amantes del género de ciencia ficción o aventuras es pura cháchara. Como "Expedición Robinson".
O.V.