Los dirigentes de Rosario Central ya tenían preparadas las hojas de ruta antes del partido de anoche frente a Vélez. En una reunión celebrada el martes último los integrantes del gobierno, además de conversar sobre la necesidad económica siempre vigente, intercambiaron opiniones con relación a qué pasaría si Central no clasificaba a la segunda fase de la Copa Libertadores, siempre en virtud de la magra campaña que está realizando el equipo en el torneo Clausura. El tema principal giró en torno al futuro del actual cuerpo técnico liderado por Edgardo Bauza, y en este sentido como es lógico suponer barajaron varias hipótesis, siempre considerando que el descontento popular por la campaña deportiva aún no se había puesto de manifiesto en su real dimensión porque estaba este partido pendiente con Vélez, que en definitiva marcaría el desenlace del segundo objetivo trazado por Bauza. Si Central lograba clasificar las autoridades canallas no estimaban necesario una modificación en la conducción del plantel, pero caso contrario las voces coincidían en que la situación sería harto complicada si los auriazules quedaban eliminados del trascendental torneo sudamericano, para lo que en ese caso avanzaron en barajar algunos nombres del futuro entrenador, siempre supeditado a la opinión del propio Bauza. Siguiendo esta hipótesis los integrantes de la gestión centralista avanzaron un poco más y varios mencionaron a Daniel Teglia como el potable sucesor del Patón, que tendría el visto bueno de Bauza. No obstante la conversación también tuvo su otro punto de convergencia en que resultaría difícil convencer al actual entrenador de la división reserva de que acepte este ofrecimiento, ya que es un hombre que pertenece al riñón del grupo que lidera Bauza. Asimismo, y más allá de todas estas especulaciones realizadas por la directiva canalla, existía previamente al cotejo de anoche un marcado optimismo en cuanto a que Bauza y sus muchachos obtendrían el pasaporte a los octavos de final y que por tal motivo Bauza continuaría ejerciendo el cargo que ostenta, y así seguir en la búsqueda de la segunda meta planteada antes del inicio del 2001. Con relación a la crisis política institucional, los dirigentes prefirieron también hacer una impasse en las deliberaciones hasta después de este enfrentamiento con Vélez, conscientes quizás de que una supuesta eliminación en Copa Libertadores también originaría cuestionamientos de los simpatizantes hacia sus mandatos y por ende habría que dar una respuesta clara y evidente en este sentido. En síntesis, Central clasificó primero en el grupo y el desenlace ahora estará supeditado a esta hoja de ruta que los directivos trataron con anterioridad.
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