El secretario de Transporte de la Nación, Jorge Kogan, autoridades de provincias del Litoral y del norte y dadores de carga, se reunieron ayer en la sede local del Ministerio de la Producción para avanzar en la reactivación de dos ramales ferroviarios de la ex línea Belgrano que desembocan en el puerto de Santa Fe. Al término del encuentro, la mayoría de los participantes consideró que la reapertura del tráfico de cargas a través de este troncal dependerá en gran medida de la financiación con un crédito externo. Kogan señaló que el proyecto debe pasar por un estudio de factibilidad, para que un grupo de entidades crediticias españolas otorgue el préstamo. Se estima que la obra demandará alrededor de 200 millones de dólares. La reactivación serviría para transportar entre otros productos, cereales, lácteos y bienes de la industria minera, quienes serían los más interesados en el proyecto para trasladar su producción hacia los puertos ubicados sobre el Paraná. Esto permitirá a las compañías a disminuir fuertemente los costos de los fletes. Varios de los directivos que estuvieron presentes en la reunión reconocieron que para que la propuesta sea viable, el ramal debería multiplicar los volúmenes transportados a los que realiza hoy. El ministro de la Producción, Miguel Paulón, explicó que "la meta es duplicar los volúmenes actuales de carga en los próximos siete años, lo que transformaría al Belgrano en un sistema óptimo". Kogan les planteó a las empresas dadoras de carga la posibilidad de que inviertan en el proyecto y que a cambio tendrían asegurada la disponibilidad de transporte y ser parte de las ganancias que genere su inversión en la propuesta. Paulón esgrimió la necesidad de desarrollar las cargas de retorno. "En la actualidad el tráfico es unidireccional: el 72 por ciento de las cargas llegan al área de Rosario-Buenos Aires, mientras que los vagones retornan vacíos", explicó el funcionario provincial. El ministro de la Producción señaló que el 80% de la inversión que se prevé en el proyecto es para reestablecer la infraestructura y el 20% para la todo lo relacionado con la maquinaria.En este sentido, entre las compañías invitadas estuvo la multinacional General Motors para volver a conectarse con la unidad de negocios de fabricación de locomotoras en EEUU para reparar y/o comprar nuevas máquinas.
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