Dido no parece un producto diseñado por las compañías discográficas para arrasar con el mercado adolescente. Más bien se acerca al perfil de chica sincera, despojada y emocional de una Alanis Morissette, pero con la candidez de una Jewel y una voz encantadora, casi hipnótica, que guarda el eco de muchas cantantes (Dolores O'Riordan, Sineàd O'Connor) pero no copia a ninguna. "No Angel", su disco debut, es una colección de baladas entre épicas y confesionales, que se deslizan como una mano sobre el terciopelo, con potencia pero sin violencia. Dido participa en la composición de los 12 temas, y en seis cuenta con la colaboración de su hermano Rollo, líder del grupo Faithless. El álbum también es una colección de canciones sobre las diferentes caras del amor. Ninguno de los tracks escapa a ese tema. En "Here With Me", un hit instantáneo, Dido se describe como una mujer que no puede hacer nada si no está al lado del hombre que ama, mientras su voz recuerda permanentemente a la de Dolores O'Riordan, la cantante de Cranberries. En "Hunter", en cambio, Dido es una mujer que quiere escapar de la rutina de su pareja para ser libre, y en "Don't Think" descarga esa ironía malvada de la Morissette, cuando habla del desengaño y la venganza. La tranquila "My Lover's Gone" corta los teclados con una solitaria guitarra española, y en "All You Want", el tono de voz, suplicante, se emparenta con el de Sineàd O'Connor. Antes de convertirse en una balada edulcorada, "Thank You" abre con una tímida base de hip hop y arranca justo con la parte que sampleó Eminem. A partir del tema "Slide" el álbum se vuelca más a las delicadas bases electrónicas y también se vuelve más oscuro. Sólo en el último track, "Take My Hand", Dido se permite un poco de diversión con un estribillo de música disco. En el resto hay enamoramientos, dolor, arrepentimientos, reproches y las fotos del booklet que también hablan mucho del disco.
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