Año CXXXIV
 Nº 49.090
Rosario,
martes  17 de
abril de 2001
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Aducen que existe un exceso en el funcionamiento de los hornos pirolíticos
Prohíben en Santo Tomé el ingreso de residuos de Santa Fe y Esperanza
La empresa Sanitek negó que las cenizas hayan entrado ilegalmente al relleno sanitario capitalino

Atilio Pravisani

Santo Tomé. - El intendente de Santo Tomé, Roberto Schmidhalter, dispuso prohibir el ingreso a ese municipio de los residuos patológicos de las ciudades de Santa Fe y Esperanza con destino a los hornos pirolíticos de la empresa Sanitek, según un decreto conocido ayer que se fundamenta en los estudios realizados por el Centro Regional de Investigaciones y Desarrollo (Ceride) y la Fundación Vintec, de acuerdo a los cuales las cenizas producidas se encuentran contaminadas, "creando intranquilidad en la población y existiendo la posibilidad de afectaciones en su salud".
La decisión de Schmidhalter se conoció poco después de un duro documento de la empresa Sanitex que criticó por morosidad a la administración municipal, como también a las denuncias efectuadas por el titular del Ceride, Julio Luna, quien solicitó al titular del Ejecutivo que proceda a inhabilitar a esa planta.
Según la disposición municipal los problemas se producen "aparentemente por el exceso en la capacidad de quema de los hornos", estableciéndose de tal manera que a partir de la víspera se efectivizará la prohibición del ingreso de residuos patológicos provenientes de las ciudades de Santa Fe y Esperanza, "ante la situación de grave daño para el interés público ofreciendo pagar los daños y perjuicios emergentes para el supuesto de prosperar la demanda en los autos Sanitex contra Municipalidad de Santo Tomé".
Ayer, la empresa Sanitek recalentó la polémica en torno a elementos contaminantes en las cenizas producidas en su planta de Santo Tomé. A través de un comunicado la firma deslindó responsabilidades y expresó que "el desplazamiento de cenizas hacia Santa Fe no se realizó de manera clandestina sino con autorización de las autoridades municipales capitalinas, por lo menos hasta 1999, cuando ese gobierno decidió dejarlo sin efecto.
El documento no dejó de censurar la demora por parte de Schmidhalter en resolver la inmovilidad de las cenizas que ahora requiere, cuando fue propuesta por Sanitek en una nota al Ejecutivo el 23 de agosto de 1999 sugiriendo "disponerlas en el predio de la empresa, solidificadas o estabilizadas en relleno especial o bien construyendo bloques monolíticos de hormigón".
"Dicha nota tuvo respuesta afirmativa el 9 de febrero del 2001, lo que demuestra que el ritmo de las tramitaciones administrativas tendientes a dar solución idónea al problema ha sido sustancialmente menor al de las declaraciones periodísticas destinadas a convertir la cuestión en un tema político", señaló el documento.
La empresa salió así al cruce de lo que calificó como "irresponsable e infundada campaña destinada a cuestionar nuestro accionar en la incineración y depósito final de los residuos", en una declaración que en varios de sus párrafos campea las críticas a los comentarios o información de "distintos medios de prensa".
El documento salió a la luz en el momento de conocerse afirmaciones del titular del Ceride pidiendo a Schmidhalter la inhabilitación de la planta que "está tirando gases a los vecinos, con lo cual los alimentos que se producen en el sector e ingresan al consumo interno pueden estar contaminados, porque las 80 toneladas de cenizas depositadas en la planta contienen dioxinas, furanos y metales pesados". A esto se sumó ayer una presentación de la concejala Mirta de Quaini ante la Justicia federal.
En relación a las denuncias de Luna, Sanitek, señaló que las mismas y sus declaraciones "deben evaluarse con la mayor serenidad para evitar que una vez más el Estado deba responder por los gravísimos daños y perjuicios que suele acarrear el accionar irresponsable de sus funciones".
En relación al ingreso de cenizas a Santa Fe, la empresa recalcó que fue autorizada por el secretario de Servicios Públicos local con fecha 25 de julio de 1994, efectuándose los traslados hasta el mes de octubre de 1999, cuando sus autoridades decidieron suspender los envíos. Frente a esta circunstancia, como Sanitex no puede por sí elegir el destino final de las cenizas, debió proceder al almacenamiento de las mismas en su planta por un período temporario, razón por lo cual el almacenamiento no es un procedimiento ilegal sino específicamente contemplado en la legislación respectiva, que lo permite por un período temporario al final del cual éstos serán tratados redispuestos o almacenados en otro lugar".



Aseguran que el ingreso de cenizas a Santa Fe no fue clandestino.
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