Berlín. - La hermana mayor del canciller alemán Gerhard Schroeder -Gundhild Kamp-Schroeder- descubrió la tumba de su padre, casi 57 años después de su muerte como soldado de las tropas hitlerianas en Rumania. Fritz Schroeder fue sepultado en una fosa común con tres camaradas en Ceanu Mare, en el noroeste del país, señala el dominical alemán Bild amSonntag remitiéndose a la propia hermana del jefe de gobierno. Schroeder padre murió el 4 de octubre de 1944 a los 32 años de edad, casi medio año después del nacimiento de Gerhard, al que nunca llegó a ver.
"Me alegro por tí que esta vez haya sido un niño, y en otoño vuelvo a casa", escribió Fritz Schroeder en una carta a su esposa Erika, después del nacimiento del ahora jefe de gobierno, el 7 de abril de 1944. La madre de Schroeder tiene 87 años.
La noticia del hallazgo de la tumba y la fecha exacta del fallecimiento de Schroeder padre le fue confirmada a Kamp-Schroeder el pasado jueves por la Oficina de Información para los Familiares de los Caídos de la Antigua Wehrmacht (WASt) en Berlín. Algunas biografías de Schroeder fechaban la muerte del padre del canciller en el 10 u 11 de abril de 1944, mientras que otras daban la fecha del 4 de octubre ahora confirmada.
La muerte en una colina
La noticia, revelada por el dominical germano Bild amSonntag, está llamada a tocar las fibras de los alemanes. El cabo primero Fritz Schroeder fue uno de aquellos tres millones soldados de la "Wehrmacht" que fueron instrumentos del delirio inhumano de los nazis y lo pagaron con su vida. Son muchos los alemanes que comparten la suerte con el ahora jefe de gobierno, que nunca conoció a su progenitor y, probablemente, había perdido la esperanza de poder visitar alguna vez su tumba.
Según el diario alemán, un comunicado de WASt indica que el cabo primero Fritz Schroeder, chapa de identificación 535, miembro del batallón de alarma Witzel, compañía Stange, cayó el 4 de octubre de 1944 en una colina cerca de Pustasan (Rumania) y fue sepultado cerca de la Iglesia Ortodoxa de Ceanu Mare. "Desconocemos si las tumbas son reconocibles o si todavía existen", agrega WASt.
Un grupo de reporteros del periódico Bild amSonntag que se desplazó hasta Ceanu Mare, un pueblo de 4.500 habitantes, afirma haber confirmado que la fosa todavía existe y que está adornada con una cruz de hierro sin inscripción y un cerezo. Los lugareños seguían cuidando las tumbas sin tener conocimiento alguno de los muertos que yacían allí. "Si llegamos a tener los nombres de los muertos nos gustaría colocar una placa conmemorativa", aseguró el sacerdote del lugar, Daniel Crisan.
Gundhild Kamp-Schroeder, de 61 años, expresó que años atrás ya intentó localizar la tumba de su padre, con la ayuda de la Cruz Roja alemana, aunque sin éxito. Ahora pretende visitar el lugar en el que está enterrado su padre. "Voy a preguntarle a mi hermano Gerhard si me acompaña", declaró. Schroeder ha hablado relativamente poco de su padre, al menos en público. Interrogado sobre si lo echó de menos, Schroeder declaró en una reciente entrevista con el propio Bild amSonntag: "No lo sé". El jefe de gobierno agregó: "Psicólogos dirán que criarse sin padre puede provocar secuelas en el alma. Yo nunca lo sentí así".
"Mi leona"
La madre de Schroeder, Erika, tuvo que criar a Gundhild y a Gerhard sola, en condiciones que el propio canciller recuerda como precarias. "Eramos literalmente pobres como ratones de sacristía", señaló. Schroeder ha hablado siempre con enorme admiración y afecto de su madre, que llegó a limpiar simultáneamente en cinco casas diferentes para dar de comer a los suyos. "Merece una medalla por lo mucho que trabajó. Nos dio una infancia maravillosa", declaró Schroeder sobre su madre, a la que llama cariñosamente "mi leona".
Los recuerdos que guarda la madre de Schroeder, Erika Vosseler, de su primer esposo, se han ido diluyendo con el paso del tiempo. "Tengo 87 años, y de todo esto hace ya 60", se disculpó. Pero hay cosas que no se olvidan: "Me quiso mucho", agregó. Erika señala que se enamoró de Fritz Schroeder en un establo en Magdeburgo, en el este de Alemania. Se casaron el 28 de octubre de 1939, casi dos meses después del comienzo de la guerra que los separaría.
La madre del canciller alemán se volvió a casar en 1947, con Paul Vosseler, que murió a comienzos de los sesenta por tuberculosis. Erika Vosseler tuvo tres hijos con él. El propio Bild amSonntag descubrió también que dos mujeres que vivían en la ex RDA, Heidelinde Munkewitz e Inge Siegel, son primas lejanas del canciller.
Ninguna de las dos tenía conocimiento del lazo familiar con el jefe de gobierno, hasta que tuvieron la noticia por parte del señalado medio. Revisaron los documentos y constataron que, efectivamente, la abuela por el lado paterno de Schroeder era la madre de su padre Kurt Schroeder, que murió en 1990.
La Ciudad
