Mientras disfruta del talento de Juan Román Riquelme, Boca Juniors conquistó un triunfo claro ante Colón por 3-1, pero a su juego colectivo le faltó un mejor nivel.
Cuando se juntaron el armador Riquelme y el desequilibrante Marcelo Delgado se vio lo más importante de Boca en esta jornada de la Bombonera, pero la producción del equipo, pese al triunfo, igual resultó insuficiente.
El primer tiempo se jugó a un ritmo lento, por lo que la monotonía se dio una vuelta bastante extensa por el estadio xeneize.
Colón planteó el cotejo con la intención de tener la pelota en la mitad de la cancha, pero su juego careció de proyección y profundidad. Mientras que el local tardó demasiado en agarrar un ritmo más conveniente como para complicar la tarea de Leonardo Díaz.
Boca empezó a llegar con mayor frecuencia cuando Riquelme entró más en contacto con el balón, pero primero el juvenil Herrera y después el Chelo Delgado no pudieron marcar el desnivel.
Colón tuvo una buena chance recién a los 39, cuando el uruguayo Javier Delgado ejecutó un tiro libre abajo y a la izquierda de Christian Muñoz, pero el arquero se estiró y desvió la pelota.
El gol de Bermúdez, a dos minutos del final de la etapa inicial, fue por un córner de Matías Arce que el zaguero colombiano cabeceó en el medio del área, prácticamente libre de marcas.
El complemento
El segundo tiempo fue parecido al primero, aunque Boca fue más drástico en ataque, en especial por la sociedad Riquelme-Delgado.
Herrera aumentó con un zurdazo alto ante la salida de Díaz, pero la ocasión fue producto de un gran pase de Riquelme a espaldas de los defensores de Colón.
Con el 2 a 0, el encuentro se hizo más abierto, se aflojaron las marcas y el entrenador Ricardo Gareca se decidió a correr mayores riesgos. Los santafesinos contaron con dos delanteros de punta a partir del ingreso de Biaggio y pronto un remate cruzado de Graf pasó muy cerca del poste derecho de Muñoz. Hubo también un cabezazo de Cabrol, que terminó por arriba del travesaño, por lo que parecía que Colón se volvía más agresivo.
Y llegó la infracción dentro del área de Pinto sobre el Pampa Biaggio y así Gigena dispuso de la oportunidad para descontar con el penal que destinó abajo y a la derecha del guardavalla.
Después sí Riquelme definió todo, porque le dieron espacio y tiró a colocar, al poste derecho, lejos de Díaz. Previamente el conductor había eludido a dos jugadores. Estaba muy abierto Colón y ya se sabe cómo se pagan las ventajas que se le otorgan a Riquelme.