Año CXXXIV
 Nº 49.089
Rosario,
lunes  16 de
abril de 2001
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Palermo, ¿goleador de cabotaje?
En España ya dudan de la contundencia del delantero de Villarreal

El argentino Martín Palermo salió el sábado silbado del estadio Santiago Bernabeu, donde su Villarreal fue goleado por el Real Madrid por 4 a 0, y su actuación puso en tela de juicio sobre si su condición de gran goleador en Argentina es exportable al juego europeo.
Gritos como "Palermo, qué malo eres" fue la venganza que utilizó la afición madrileña contra el jugador que les privó de la Copa Intercontinental jugada en Tokio, anotando los dos goles que le valieron el triunfo a Boca Juniors aquella noche en Japón.
Palermo no comenzó mal el partido jugado el sábado. Es más, hasta estrelló un remate en el palo cuando corrían 8 minutos del primer tiempo. Pero esa fue prácticamente toda su contribución para mejorar el andamiaje ofensivo de su equipo. El resto del partido, el platinado delantero se dedicó a deambular en el ataque y en las escasas oportunidades que participó dejó de manifiesto sus carencias técnicas.

Tres goles y poco juego
En diez jornadas en la liga española, Palermo sólo anotó tres goles. Si bien el promedio no es malo, tampoco es espectacular. Aunque el peor déficit de sus actuaciones es que participa muy poco del circuito ofensivo del Villarreal.
Si bien en las primeras jornadas su presencia merecía marcas especiales y abría huecos en las zagas contrarias, el Real Madrid no montó ningún dispositivo en su contra y Palermo prácticamente no tocó la pelota. Para explicar esto, hay un ejemplo muy contundente: Palermo recibe una media de 2,5 faltas por partido, una marca que está muy lejos de las estadísticas de los astros de la liga como Rivaldo (cuatro faltas por partido).
Además otra cuestión que atenta contra su presente es el esquema táctico que utiliza el Villarreal. El 4-3-2-1 ideado por el entrenador Víctor Muñoz parece propicio para su lucimiento. Pero la realidad indica que el equipo ataca mejor cuando se desprenden los volantes que cuando el delantero participa de la jugada. Esa condición de rematador puro casi nunca está a la altura de las ocasiones que genera su equipo.
Precisamente, el jugador que se mantiene como hombre de referencia del Villarreal es el español Víctor, fichado en una operación sorpresa antes de comenzar la temporada al Valladolid por una cifra que fue considerada exagerada (1.500 millones de pesetas, unos 850.000 dólares) pero que puede multiplicarse en caso de reventa a un equipo grande tras conseguir once goles y siete pases de gol en sus 29 partidos con el equipo. Es un jugador pequeño, rápido y participativo, que interviene mucho en el juego. Justamente las condiciones opuestas a las evidenciadas por el grandote delantero argentino.
Además, en los diez partidos desde que Palermo llegó a la liga, Villarreal atravesó una racha relativamente favorable por tratarse de un equipo modesto: cuatro triunfos, cuatro empates y dos derrotas.
Ante este panorama, el traspaso del ex jugador de Boca a un grande del fútbol europeo sigue sigue en veremos dado su pobre rendimiento. Entonces, es posible que la permanencia de Palermo en el Villarreal se prolongue más de lo que predijeron algunos analistas cuando llegó en enero pasado, quienes consideraban que la ciudad castellonense sería sólo una estación de paso, un test previo para afrontar tareas mayores.


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