Año CXXXIV
 Nº 49.088
Rosario,
domingo  15 de
abril de 2001
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Firmas locales se muestran ávidas por encontrar socios extranjeros
Para una pyme de Rosario no hay nada mejor que otra pyme brasileña
El crecimiento económico del país vecino retrasa los desembarcos extranjeros. Pero sobran las ofertas

Mariano Galíndez

Las pymes de Brasil se abalanzaron sobre Rosario buscando nuevos mercados y socios locales y un importante grupo de empresas medianas de la región responden a la convocatoria a ofreciéndose como interlocutores locales. Cuando La Capital informó a fines del año pasado que medio centenar de firmas del sur brasileño de distintos rubros, como indumentaria, alimentos y mueblería, sondeaban la posibilidad de hacer negocios en la zona dirigentes empresarios locales se pusieron en guardia y analizaron el fenómeno con el ceño fruncido. Sin embargo, durante los meses posteriores a la difusión pública de la movida unas 140 empresas se arrimaron a la Cámara de Comercio Argentino-Brasileña del Litoral, la entidad que le sirve como base en la ciudad a las pymes brasileñas que buscan ingresar al mercado local.
En voz baja, sin una estructura exportadora armada y atraídos por los beneficios de comercializar con un país que tiene una moneda sobrevaluada, titulares y socios de pymes de ciudades brasileñas como Foz Iguazú y Porto Alegre llegan a Rosario en busca de un distribuidor, un representante, un depósito, un proveedor, o un socio con quien formar una alianza estratégica en la región.
Superadas las primeras dificultades que tienen las pymes rosarinas para emprender un negocio con firmas del exterior, 21 empresas locales redoblaron la apuesta y se contactaron con el Servicio de Apoyo a las Pequeñas y Mediana Empresa Brasileña (Sebrae), la influyente entidad que promueve el desarrollo de las pymes del socio mayor del Mercosur, para intentar concretar negocios.
Pero ahora las empresas locales tienen un nuevo competidor que dificulta las posibilidades de hacer negocios en masa con sus pares del país vecino: el mercado interno brasileño. En efecto, el período de expansión por el que atraviesa la economía del Brasil es un atractivo muy fuerte para las pymes de ese país, que postergan sus proyectos de comercio exterior para concentrarse en atender la demanda interna.
"Las empresas rosarinas que respondieron a las propuestas de Brasil provenían de sectores muy heterogéneos, pero todas tenían un rasgo en común: la avidez y profunda necesidad de hacer negocios", explicó Ricardo Diab, titular de la Cámara de Comercio Argentino-Brasileña del Litoral. Según comentó el directivo, "como para las pymes locales casi no hay mercado debido a la crisis económica interna, los altos costos de producción y la competencia del exterior; la avanzada brasileña generó grandes expectativas en las empresas que vinieron con la esperanza y la ilusión de hacer cualquier tipo de negocio".
A Diab le llamó la atención la cantidad de pymes que estaban al borde del cierre debido a la crisis económica y querían ver si podían hacer un negocio que, como manotazo de ahogado, salvara sus empresas. "Incluso, se presentaron muchos fabricantes que querían cambiar su negocio por el de la importación debido a que no podían competir más con la mercadería que llega desde Brasil", relató.
Al dirigente también le sorprendió la cantidad de empresarios que buscaban directamente venderle a los extranjeros sus firmas debido a la grave crisis por la que atraviesan.

Un centro de atracción
Por medio de la cámara, las pymes de la ciudad que contaban con un poco más estructura, posibilidades y planes más definidos para comercializar con el exterior se contactaron con el Sebrae del Estado de Paraná, que actúa como coordinador de los brasileños que se largaron a buscar oportunidades de negocios en la zona. Rosario le interesa a las pymes del sur de Brasil porque se les presenta como un centro comercial importante pero accesible, a diferencia de lo que es Buenos Aires.
Luego de que las 21 pymes locales tomaran contacto con el Sebrae y éste iniciara el acercamiento con las firmas de Brasil, el Departamento de Negocios Pyme de la entidad armó un informe con las características de las ofertas que hicieron las empresas de Rosario que respondieron a la avanzada brasileña. De ese paper se desprende que el 23 por ciento ofrecía locales comerciales para brasileños que busquen depósitos o show rooms, y un 33 por ciento apostaba por obtener una representación comercial de una firma extranjera. En ese último caso, los rubros lencería, textiles, calzados y muebles eran los más buscados.
Todos esos sectores atraviesan por una dura crisis desatada, en parte, por la fuerte competencia de la mercadería entre un 20 y un 40 por ciento más barata que llega del Brasil debido a las devaluación del real frente al peso. Pero ahora parece que la recesión genera en los empresarios de la industria del mueble la idea de cambiar la producción por la importación, ya que, precisamente, varias de las empresas que buscan la representación son firmas vinculadas a fábricas del sector.
Finalmente, el Sebrae incluía al 44 por ciento restante en el rubro varios. En ese grupo había empresas metalúrgicas que buscaban socios para armar una alianza estratégica y complementar así sus producciones, consultoras que ofrecían servicios de capacitación, firmas que brindan servicios de embalaje y diseño arquitectónico, y dos empresas que sondearon la posibilidad de montar un emprendimiento en Brasil. Una de ellas es la fábrica de máquinas eléctricas para soldaduras Ingearc, y la otra era de la localidad del Rufino, firma de la cuál no se dan más precisiones.
"Está muy claro que el interés que mostraron las empresas rosarinas es en función del costo y del precio muy competitivo que hoy tiene la producción brasileña, así como también la magnitud de nuestro mercado interno para quienes se larguen a exportar", reflexionó ante La Capital el director de Negocios Pymes del Sebrae Paraná, Joaquim Caceres. Consultado sobre si ya se habían concretado negocios, el funcionario brasileño respondió que "cuando se trata de pymes que no tienen ni estructura y cultura exportadora, las operaciones son complejas y llevan tiempo, pero lo importante es el canal de comunicación que se abrió entre empresas de similares características".
No obstante, ese puente comercial ya no seduce tanto como antes a las pymes del sur brasileño, que volvieron a focalizar sus operaciones en el mercado interno debido a la expansión económica por la que atraviesa el país vecino. "No lo abandonamos, pero por ahora lo postergamos", enfatizó Caceres.
"Lo que ocurre es que es tanta la demanda de productos por parte del mercado interno que las pymes están trabajando al máximo de su capacidad y no dan abasto para cumplir con los pedidos de sus clientes, que semana tras semana se amontonan; por lo cual ponerse a invertir en una opción de riesgo como es la exportación no atrae como antes", agregó.
El producto bruto de Brasil creció el año pasado cerca del tres por ciento y este año subiría un cuatro por ciento. Y con una inflación minorista controlada y un desempleo que ronda el siete por ciento, el mercado interno atraviesa un importante período de expansión. "No dejamos la línea de trabajo, sino que se postergó por un tiempo a la región como mercado para ubicar la producción debido a que la atracción que genera el mercado interno es importante", enfatizó Caceres.


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