Está confirmado. El 30 de abril cierra sus puertas el Sunderland, el restaurante casi centenario de avenida Belgrano 2008 (a la altura de Cerrito). Los motivos aún no se conocen públicamente, pero más de un habitué del lugar sostiene que la crisis económica es la razón que ha golpeado al Sunderland como a otros tantos lugares paquetes donde los comensales deben desembolsar más de 15 pesos per cápita.
Dicen que en una de sus mesas se sentó alguna vez Carlos Gardel, como también lo hizo más de un artista reconocido y un político ilustre. Pegado al puerto de Rosario fue el lugar obligado de marineros y camioneros y hasta le dedicó un párrafo en una de sus novelas el escritor español Arturo Pérez-Reverte (ver aparte). Por eso, el cierre del Sunderland está lejos de ser un episodio intrascendente para Rosario.
El restaurante ha tenido en los últimos años un público fiel. Gente que busca a la hora del almuerzo o de la cena un clima agradable, buena comida y la ocasión de encontrarse con alguna cara conocida de la farándula vernácula. Sin embargo, y según los testimonios de los propios clientes, hace tiempo que muchos optaron por encontrar una oferta similar en lugares donde se paga menos de diez pesos por cubierto.
"Los lugares del estilo del Sunderland, que marcan una clara diferencia con los megacomedores donde uno se sirve solo, son muy lindos pero dejaron de ser accesibles para el bolsillo medio. Antes uno pagaba sin problemas unos 20 pesos por cabeza, ahora lo piensa dos veces y termina comiendo en un supermercado", comentó un ex fan del restaurante.El testimonio marca de algún modo una de las típicas respuestas a la recesión. Cuando de ajustarse el cinturón se trata, dejar de ir a comer afuera u optar por una propuesta dentro del rubro más económico se ha transformado en una reacción mayoritaria.
Capítulos de su historia
Dicen que el Wembley, el restaurante que está pegado a las paredes del Sunderland y que también es un ícono de esa zona portuaria, se abrió unos tres años antes que el Sunderland. Por lo tanto, el origen del comedor que está pronto a cerrarse data de 1907. Nació de la mano de Manuel Pereyra, un español oriundo de Cádiz, como bar y bajo el nombre de Atlantic and Pacific Unidos. Y fue recién en 1931, con nuevos dueños, que tomó el nombre con el que se lo conoce actualmente: "Bar Sunderland, de Severino Cal y hermanos".
Otras dos sociedades serían más tarde las responsables del lugar: Estévez y Prado y Camarata y García. En el 88 pasaría a ser el restaurante de su actual dueño: Claudio Tedeschi.
El negocio no recibiría a Tedeschi con su mejor onda. A dos meses de ser su titular, el Sunderland se quemó. "Un espectacular incendio destruyó totalmente ayer las instalaciones del ya legendario bar Sunderland de nuestra ciudad. El siniestro se habría originado presuntamente por un cortocircuito. Las pérdidas se estiman en 400 mil australes", se leyó en la primera plana de La Capital el 11 de enero del 89.