Soldados chinos fuertemente armados daban órdenes a través de megáfonos y agitaban los brazos tras el aterrizaje de emergencia de un avión de reconocimiento norteamericano, al tiempo que, en el interior del avión, la tripulación dedicaba 15 minutos a la destrucción de materiales secretos, dijeron ayer diplomáticos estadounidenses. "Nos hicieron ver claramente que deseaban que saliésemos del aparato", dijeron los diplomáticos en declaraciones atribuidas al piloto del avión, teniente Shane Osborn. Finalmente, los 21 hombres y tres mujeres tripulantes fueron detenidos sin violencia cuando bajaron del avión.
| |