El gobierno nacional prepara un ajuste del gasto público "burocrático", que afectará en particular a las áreas de Salud, seguridad social y Economía, aunque en el resto de ministerios también se producirán podas. Así lo aseguró ayer el secretario de Hacienda, Jorge Baldrich, quien justificó este nuevo paquete de recortes en la necesidad de compensar la fuerte caída de la recaudación impositiva.
El ministro de Economía, Domingo Cavallo, había anticipado el jueves pasado su decisión de limitar las compras y contrataciones del Estado, y de avanzar en una reestructuración de organismos públicos. Baldrich señaló ayer que los nuevos recortes serán anunciados dentro de 15 días, una vez pasado en limpio el borrador en el que se encuentra trabajando todo el equipo económico.
Las medidas fueron anticipadas justo en el momento que varios analistas salieron pedir un fuerte recorte del gasto público para frenar el creciente déficit fiscal, que sólo en el primer trimestre de este año superó en mil millones de dólares a lo pautado con del Fondo Monetario Internacional, y luego de que el mercado elevara las tasas considerablemente ante la inestabilidad política que vivió el país en el mes de marzo.
Por esta razón, el secretario de Hacienda afirmó ayer que "el gobierno avanza en el cumplimiento de la ley de solvencia fiscal", y precisó que lo que se hará es un ajuste del "gasto público burocrático".
"Se va a realizar una política en cada ministerio para desmantelar gastos burocráticos, como en Salud y Economía, y en dependencias como la Administración Nacional de Seguridad Social (Ansés)", señaló Baldrich, quien remarcó que "hay una adecuación a las nuevas realidades de recaudación impositiva".
Baldrich recordó que "la ley de solvencia fiscal obliga al Poder Ejecutivo a tener una consonancia con respecto a la recaudación, porque si no, no se cumple el requisito de mantener un déficit encarrilado".
Por lo tanto, indicó que "hay que hacer un reacomodamiento porque la ley de solvencia fiscal así lo exige", y consideró que "cuando hay un problema de caída de recursos, es bueno que el gobierno en su conjunto reaccione dando señales".
Desde su asunción el 20 de marzo, Cavallo tomó una serie de medidas para encarrilar la situación financiera y fiscal, como el lanzamiento de bonos por 3.500 millones de dólares y la creación del impuesto a las transacciones financieras, pero por el momento no dio a conocer ninguna medida relacionada con el recorte del gasto.
Cuatro días antes de la asunción de Cavallo, su predecesor, Ricardo López Murphy, presentó un plan de recorte de gastos por 2.000 millones de pesos en el 2001 y unos 3.500 millones en el 2002, pero fue rechazado por diferentes sectores, incluso dentro del propio gobierno, por lo que debió renunciar tres días después.
Competitividad por regiones
En el tren de dar algunas señales a los sectores productivos y no caer en discurso de sus antecesores, Cavallo señaló, a la salida de la reunión ayer con el presidente Fernando De la Rúa, que los grupos que trabajan en los planes de competividad "comenzarán a analizar los problemas de la industria frigorífica, automotriz, autopartes y la situación de las economías regionales".
El jefe de Economía también precisó que las medidas de reactivación que se analizan beneficiarán a sectores como máquinas, herramientas, textil, indumentaria y calzados.
En la quinta "La Esperanza", Cavallo adelantó que su cartera preparará planes de competitividad por regiones y para las empresas de base tecnológica en temas como biotecnología e informática y la industria farmacéutica.