El ministro de Infraestructura , Carlos Bastos, analiza un cambio total en el sistema de peaje carretero, apuntando a una caja única nacional desde la que se aplique un sistema de redistribución y de modo que el costo para los usuarios represente 0,75 pesos por cada 100 kilómetros.
La información fue brindada por legisladores que integran la Comisión de Obras Públicas de la Cámara de Diputados.
Al respecto, los parlamentarios indicaron que se llegó a un principio de acuerdo con Bastos y funcionarios de esa cartera, con el apoyo del secretario de la comisión.
Los estudios que impulsa Bastos implicarán, en el caso de ser implementados tal como se planean hasta el presente, la eliminación de una buena cantidad de casillas de peaje en todo el país y la reubicación de otras muy cuestionadas.
Entre las eliminaciones estaría la que existe en el Chaco en una de las entradas del puente "General Manuel Belgrano" sobre el río Paraná, que une Corrientes y Resistencia, debido a que generó reclamos por parte de los habitantes de la zona.
Nuevo impuesto
Previo a la reunión con Bastos, la comisión de Obras Públicas de la cámara baja trabajaba,en un sistema que reemplazará las casillas de peaje por un impuesto especial de algunos centavos para la nafta y otro algo menor para el gasoil.
Este proyecto fue elaborado por el legislador radical Ricardo Vago y es apoyado por Gustavo Gutiérrez (PD-Mendoza), empresario del transporte de camiones, y por otros miembros de la Comisión, quienes coinciden con Bastos, en términos generales, en la necesidad de disminuir fuertemente el peso que los peajes tienen sobre el costo de las cargas.
El elevado costo de los peajes es una queja constante de usuarios particulares y vinculados a los sectores productivos, que entienden que las erogaciones por ese concepto conforman un porcentaje importante del costo argentino, que además no se relaciona con el mejoramiento de la infraestructura vial alcanzado.
Ya durante la gestión de Carlos Menem se motorizó un proyecto para la construcción de autopistas por la vía de una sobretasa en el impuesto a los combustibles, que a la vez proponía aligerar el costo de los peajes.
Durante la gestión de José Luis Machinea al frente del Ministerio de Economía se realizaron intensas negociaciones con los concesionarios de rutas para rebajar la tarifa que le cobran a los conductores.