Luciano Palos tuvo la oportunidad que tanto estaba esperando. La licencia que le otorgó el técnico -aunque el lunes vuelve a entrenar- por tiempo indeterminado en la titularidad del primer equipo por bajo rendimiento permitió que el juvenil arquero pudiera demostrar sus condiciones. Se mostró seguro y no dudó en cada momento en que le tocó salir a descolgar algún centro o de taparle el mano a mano a Soto en el inicio del segundo tiempo. Pero aquel idilio que existía entre Terremoto Cejas y la hinchada rojinegra parece haberse terminado, ya que ayer cuando la voz del estadio anunció a Palos, los simpatizantes aplaudieron al nuevo arquero leproso. Incluso cuando en el segundo tiempo se dirigió hacia el arco que da al Hipódromo y a la tribuna popular que ocupan los leprosos vivaron al guardavalla. La primer prueba del arquero fue superada con un muy buen trabajo. Sin dudas, el técnico Jorge Ribolzi habrá decidido de antemano darle el apoyo en algunos partidos para que se vaya asentando en el arco de primera. Y es casi un hecho que si responde a las expectativas generadas será muy difícil que Cejas recupere su lugar en el equipo.
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