Año CXXXIV
 Nº 49.084
Rosario,
miércoles  11 de
abril de 2001
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La suerte de la Cenicienta

Alejandra Darín es una actriz y no una diva, por eso no tiene empacho en confesar que tiene 38 años. La edad por ahora no la preocupa, su interés está puesto en la que siempre ha sido su gran pasión: el arte.
Consiguió su primer trabajo en la pantalla chica gracias a la intuición de Alberto Migré, quien a poco de conocerla la convocó para actuar en la telenovela "Un hombre como vos".
Migré, un auténtico cazador de talentos, no se equivocó al convocarla. Su trabajo recibió elogios y le sirvió de trampolín para "Los días contados", un ciclo producido por ATC en el que compartía cartel con Federico Luppi y Carlos Calvo.
Su carrera, que ya lleva 28 años, volvió a enfocarse en la televisión. Como muchos de sus colegas, se fogueó en el mundo de la telenovela. Su rostro se hizo familiar para el gran público gracias a sus actuaciones en "La extraña dama", "Una voz en el teléfono" y "De carne somos".
Sin bien no cubrió roles protagónicos, sus participaciones tuvieron buena repercusión de parte del público y la crítica. Además, trabajar en la industria le dio una gran experiencia y la posibilidad de ganarse el respeto de sus colegas y de los popes de un medio tan competitivo como la televisión.
Poco a poco su carrera se volcó hacia terrenos que le implicaban mayor riesgo artístico. Después de actuar en la novela de Grecia Colmenares "Primer amor" se sumó al elenco de la exitosa "Poliladron" y, pese a cumplir participaciones destacadas en la tira de Pol-ka, nunca se la identificó como una "chica Suar".
La televisión le dio también la oportunidad de abordar trabajo comprometidos, tales como los que cumplió en los unitarios "Las veinticuatro horas" y "Zona de riesgo". Así logró despegarse de su pasado de actriz de telenovelas y se ganó la admiración de sus colegas. La convocatoria de La Palmera para "Por ese palpitar" fue la consecuencia lógica de esa situación.


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