Carla Rizzotto
"No voy a contestar como un adivino, sino en base a lo que estudié", expresó el astrólogo Horangel apenas llegó a la entrevista con La Capital. El pronosticador presentó su libro número 39 "Horangel 2001-2002", y aprovechó para soltar algunas revelaciones sobre el futuro del gobierno nacional, de la ciudad y hasta del intendente Hermes Binner. El conocido visionario fue duro con sus rivales, a quienes definió como "comerciantes", e instó a la gente a "no creer en las repavadas y boberías" que dicen sus colegas. Además, confesó que fue "perseguido" en varias ocasiones por sus vaticinios, razón que lo obligó a ser más "cauteloso" con sus predicciones.
-¿Alguna vez tuvo problemas por una predicción?
-Decir que la Argentina iba a tener grandes logros en el mundial 78 casi me cuesta la vida. Como estaba la guerrilla en ese momento y con los militares en el poder, me querían hacer trizas los dos, porque la guerrilla hizo correr la bola de que yo había dicho que iba a correr la sangre hasta el río si perdía la Selección Argentina.
-¿Las situaciones como ésta lo hicieron ser más cauteloso con sus vaticinios?
-Lógico. Yo recibo amenazas permanentemente. Y de alguna manera tengo que evitarlas.
-¿La mayoría de los astrólogos son perseguidos?
-¿Quiénes son los otros? Yo soy físico solar, ellos son comerciantes que se dedican a negociar. Yo hago pronósticos, no tengo la bola de cristal.
-¿Le molesta que lo pongan dentro de la misma bolsa que los, como usted dice, "comerciantes"?
-Más que molestarme me parece injusto, pero no puedo hacer nada. Esta gente le ha sacado hasta la casa a muchas personas desesperadas, y lo hacen acertando en tres o cuatro predicciones comunes como "encontrarás el amor de tu vida, habrá una muerte en la familia" o algo relacionado con el trabajo.
-Pero supuestamente estudiaron...
-Una persona puede saber hacer una buena carta natal sin saber nada de cómo se pronostica. El error es que ellos creen que pueden decir las cosas que se les ocurren.
-¿La gente cree en la astrología?
-Mucho, pero yo le estoy enseñando al público cómo liberarse de la bobería y de la repavada. Lo que sucede es que la gente paga para que le revelen su destino; en realidad, lo hace para que le digan cosas favorables.
-¿Por eso cada vez hay cada vez más pronosticadores del destino?
-Habrá cada vez más. Lo que pasa que a los chantas no se los puede identificar. ¿Cómo hacés para darte cuenta si estudiaron o no cuando te leen el horóscopo? Yo, que hago estudios, tengo derecho a hacer pomada todo lo que se dice, porque en definitiva son cosas comunes.
-¿Cree que hay personas capacitadas para curar?
-No me meto mucho con este tema porque no puedo luchar contra la creencia de la gente. Pero una vez fui a una conferencia de un "sanador" y tuve una experiencia: a un hombre que estaba sentado en una silla de ruedas este curador le tocó las piernas y le dijo que estaba sano. Y en realidad, el hombre no tenía nada, se había sentado en la silla a propósito. No creo que alguien tenga un Dios propio.
-Cuando el año pasado vino a Rosario anticipó que la ciudad iba a despegar económicamente. Esto no se cumplió...
-Lo que pasa es que no se pueden hacer interpretaciones al vuelo, y menos en un país con altibajos. Puedo hacer pronósticos parciales pero no soy adivino. Me tengo que dedicar un año para hacer un estudio exhaustivo.
-¿No lo perjudican las falsas predicciones?
-Claro, porque quedo como un chanta. Por eso no puedo hacer todos los pronósticos.
-¿Cuáles son las predicciones que acertó?
-La muerte del presidente John F. Kennedy, que los militares iban a estar en el poder brasileño durante 14 años, la llegada del hombre a la Luna, la victoria de la Argentina en el Mundial 78, y tantos otros.
-¿Y los desaciertos?
-Un error garrafal lo cometí cuando no anticipé la caída de Arturo Frondizi, además de los muchos presentimientos más que no se cumplieron.
-¿Cambió su manera de trabajar a lo largo de los años?
-Antes me arriesgaba mucho más, ahora soy más medido y focalizador.
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La Ciudad
