La política monetaria tiene que ser expansiva y la política fiscal necesariamente contractiva, aseguró ayer el ministro de Economía, Domingo Cavallo, quien solicitó la utilización de la caja de los bancos -el llamado encaje técnico- para el cómputo de los requisitos mínimos de liquidez de las entidades.
El ministro de Economía criticó las "ideas equivocadas" llevadas adelante en los últimos años en lo que a política monetaria se refiere, aunque aclaró que la culpa de la recesión y la depresión actual "no la tiene ni (Pedro) Pou, ni su antecesor Roque Fernández".
"No es cierto que yo le haya echado la culpa de la recesión a Pou", dijo Cavallo y aclaró que la "recesión y depresión actual es fruto de ideas equivocadas que están instaladas en el sistema".
A modo de ejemplificación, el ministro indicó que "es un error haber impuesto un coeficiente de liquidez que obliga a tener liquidez en dólares depositada en el exterior y que a las cuentas en pesos no se les permita tomar como liquidez los pesos (caja) que los bancos necesitan para que el sistema funcione".
"Los bancos deben tener como el 7 por ciento (unos 6.500 millones) en lo que se denomina liquidez técnica, que son los billetes que están en las entidades a disposición de la gente que hace movimientos", señaló el funcionario.
"Este dinero no forma para de los requisitos mínimos de liquidez de la entidades (plata que los bancos deben inmovilizar y que actualmente está en el 18 por ciento del total de los depósitos", apuntó Cavallo.
Cuando el ministro dijo esto, los rostros de los banqueros que se encontraban en el Salón Bosch del Central esbozaron una sonrisa, ya que esto (que les permitan computar el encaje técnico como requisito de liquidez) era justamente lo que reclamaban al propio Pou y a las autoridades del Ministerio de Economía, que también demostraban preocupación ante el elevado costo de dinero.
Ni los banqueros ni los funcionarios del área de financiamiento lograron persuadir a Pou, quien sólo accedió el viernes pasado a bajar los requisitos mínimos de liquidez en dos puntos porcentuales exclusivamente para el mes de abril. La medida no logró su cometido y las tasas de interés no bajaron en forma inmediata, como se especuló inicialmente en la city porteña.
"Se ha llegado a la conclusión (equivocada, según Cavallo) de que el mejor banquero es el que capta todos los depósitos, los mantiene sin usar o los tiene en el exterior", dijo Cavallo, quien concluyó que "esto sería un muy buen sistema bancario para el exterior, no para la Argentina".
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