Puerto Gaboto. - "Esperemos que en esta Pascua podamos hacer unos pesitos porque si seguimos así no sé con qué le vamos a dar de comer a nuestros hijos", dijo Rafael Mosqueda, uno de los pescadores de Puerto Gaboto que espera ansioso esta época del año para hacer alguna diferencia con la venta de pescado. Sábalos, bogas, surubíes, moncholos, amarillos y patíes son las especies más solicitadas por el mercado local, aunque el precio que los acopiadores pagan el pescado está muy lejos del de las pescaderías.
El tema no es nuevo, La Capital ha informado en varias oportunidades sobre las condiciones en las que trabajan los pescadores de esta y otras localidades costeras.
La explotación, la miseria, la ignorancia y el hambre son una constante en la vida de los pescadores. "Sería bueno que la gente venga a comprar el pescado al pie de la canoa", dijeron.
"Hay muy poco pescado y no tiene casi salida. Los acopiadores vienen y nos pagan lo que quieren, y cuando quieren", sostuvo Roberto Rosales, integrante de la cooperativa que nuclea a los pescadores de Puerto Gaboto. "Hace unos días aumentaron a 40 centavos la pieza de sábalo, aunque es sólo hasta Semana Santa. Después vuelven a bajar el precio", agregó.
Mucho esfuerzo, poca ganancia
Los pescadores contaron que generalmente, y ante la escasez de piezas, las incursiones de pesca a las islas duran varios días. Muchas veces van y vienen a remo "ya que no hay plata para la nafta", dijeron, al tiempo que agregaron: "Con lo poco que nos pagan por el pescado si compramos combustible para las canoas, no le dejamos nada de plata a nuestras familias".
\El dorado, patí y boga se paga a un peso el kilogramo, aunque en épocas normales el precio no supera los 60 centavos, mientras que el surubí llega a los dos pesos por kilo. "Nos gustaría que la gente venga a comprar el pescado aquí al pie de la canoa, más fresco imposible. Así se evitarían intermediarios que sólo les interesan sus bolsillos y muchas veces nos estafan (ver aparte).
\Mercedes Quiroga y Rita Gómez, integrantes de la cooperativa, aseguraron que "si tuviéramos una cámara frigorífica podríamos defender un poco más el precio de pescado y no dejar que sigan explotando a nuestros maridos y hermanos que se rompen el alma remando y pasando frío y necesidades por varios días en medio de la isla para poder traer el pan a nuestras casas".
\El turismo que cada fin de semana llega a pescar a Puerto Gaboto tampoco ayuda, ya que generalmente no respetan las vedas y el tamaño de las piezas. "Muchas veces vemos moncholos y sabalitos tirados a la orilla que difícilmente superen los 200 gramos. No saben que si esos peces volvieran al agua, en pocos meses llegarían a ser piezas interesantes en cuanto a su peso", explicó Juan Carlos Villarreal, para agregar que "sería bueno que la provincia mande un guardafauna a Puerto Gaboto así los turistas no siguen depredando el río Coronda".
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Recomendaciones
Por otra parte, desde el Ministerio de Salud de la provincia, por intermedio de la dirección de Bromatología y Química, se recomendó mediante un comunicado a la población que "ante la proximidad de Semana Santa, se adquieran productos en lugares habilitados".
\Además, hizo saber que para la compra de pescado se deben tener en cuenta las siguientes recomendaciones: que tenga sus escamas bien unidas entre sí y fuertemente adheridas a la piel y sean de brillo metálico; los ojos deben ocupar toda la cavidad orbitaria, ser transparentes, brillantes y salientes; los músculos deben estar fuertemente adheridos al espinazo y no se separarán al ejercer presión; el olor deberá ser siempre suave y agradable.
\Asimismo se indica que "deberán estar refrigerados o cubiertos de hielo. Si los pescados están congelados, estos deberán estar totalmente rígidos, sin erosión ni rasgaduras en la piel, si se lo compra fileteado se debe observar que no existan diferencias de color en toda la superficie del corte".