"Todos los días me piden la renuncia de (Angel) Baltuzzi". En la voz del gobernador Carlos Reutemann se mezclaban la sorna y la molestia. Fue una de las salidas que usó ayer en Santa Fe tras escuchar una vez más cuestionamientos hacia su ministro de Gobierno por la represión en Rosario contra un grupo de remiseros de Villa Gobernador Gálvez. Incluso, el mandatario dio por terminado el diálogo con la prensa durante una recorrida que hizo en la capital provincial por las obras en construcción de un hotel internacional.
Baltuzzi había dicho anteayer que "el uso de la fuerza está previsto cuando alguien resiste una orden judicial". Ayer, sin embargo, moderó sus términos: "Dije que si se usó más fuerza de la debida, lo tendrá que evaluar la jueza. Yo no avalé la feroz represión", indicó, tras confesar que "todavía" no había visto las imágenes que las cámaras de TV captaron el martes por la noche. De todos modos, argumentó: "Si hay delito o no en el accionar de la policía, el tema le corresponde al Poder Judicial".
Tras ratificar que la policía obró "bajo una orden judicial, después de un período de persuasión", consideró que la fuerza "no evaluó la magnitud de la represión", pero insistió con que "si se usó más fuerza de la debida lo tendrá que analizar la jueza Rodenas".
Con visibles signos de molestia, Reutemann tuvo en tanto que volver a contestar sobre el episodio, aunque no quiso opinar sobre los hechos y sólo prometió "evaluarlos".
Por su parte, el secretario de Servicios Públicos de la Municipalidad, Miguel Lifschitz, consideró que "más allá de la situación puntual en donde se detectó a un remisero que trabajaba en forma ilegal, hay un exceso en el accionar represivo porque hay una situación económica que justifica la ilegalidad en el sistema de transporte. Se debe buscar equilibrio en estas intervenciones", opinó el funcionario.
En otro orden, Lifschitz anunció que en relación a los remises truchos iniciará "una ronda de contactos con los intendentes del área metropolitana para abordar el tema".
El intendente Hermes Binner se refirió al episodio violento al señalar que "nadie desea llegar a una situación así", pero explicó "que deben cumplir los parámetros entre los números de habitantes y cantidad de remises establecidos, tanto para Rosario como para Villa Gobernador Gálvez".
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