En los últimos años son muchos los nombres latinos que se lucen en las marquesinas de Hollywood. Hablando solamente de los hombres que se destacan podemos partir de la irrupción del cubano Andy García hace una década y proseguir con la consolidación del español Antonio Banderas para finalizar con las nuevas apariciones de Javier Bardem y Benicio del Toro, por citar algunos casos que hoy ocupan el candelero. Sin embargo hay actores latinos que desarrollaron extensas carreras en otras partes del mundo y que nunca llegan a brillar en los títulos de la Meca del Cine. Federico Luppi ni siquiera piensa en su nombre figurando en esos lugares. El actor analiza el tema con frialdad y una sensatez que, en medio de este mundo donde se sobrevalora el artificio, parece impropia en boca de un actor. "Esta proyección de lo latino ha sido producto de una inclusión cada vez mayor de lo hispánico en el mundo sajón, por razones de inmigración y por razones dominación de la lengua española. En Estados Unidos hay ciudades enteras que son bilingües. Y sobre todo la gente que ha intentado, que se ha mudado allá, son jóvenes de veinticinco, treinta, treinta y pico de años, que todavía tienen ganas de afincarse y malear otra cultura", reflexiona. "No es mi caso. Tendría que haberme ido hace 20 años para hacer una cosa así", dice el protagonista de "Tiempo de revancha".
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