Mariano Bereznicki
Arequipa es una ciudad ubicada en el departamento costero del sur de Perú, tierra del viejo imperio incaico. Gran parte de su territorio se extiende por la parte occidental de la cordillera de los Andes, y la economía de la región se centra en la agricultura. También es muy importante la industria textil y las explotaciones de los yacimientos de oro, plata, hierro y cobre. Pero esa localidad peruana, que está igual o quizás más castigada que cualquier otra ciudad de un país que está condenado a pertenecer al tercer mundo, por la pobreza, la desocupación y las distintas enfermedades que azotan tanto a la población como a las distintas especies de animales, fue desde el 2 hasta el 18 de marzo el epicentro de una nueva edición del torneo Sudamericano Sub 17, donde el seleccionado argentino, luego de obtener el segundo puesto, logró la clasificación para el campeonato Mundial de la categoría, que se llevará a cabo en el mes de setiembre en Trinidad y Tobago. Y en ese prestigioso certamen, Rosario tuvo su propio embajador. Fue la juvenil promesa rojinegra, el delantero Paulo Rosales, quien con su sacrificio y fuerza de voluntad aportó lo suyo para que el combinado nacional se quedara con una de las tres plazas disponibles para disputar la fase final a nivel de selecciones. "Fuimos a buscar a clasificación al Mundial y la logramos. Y en definitiva eso es lo más importante. Además ya lo habíamos hablado antes del inicio del certamen, que el principal objetivo era clasificar y, después, si se podía jugar la final. Y creo que cumplimos", le dijo el pibe de Cosquín a Ovacion, apenas llegó a nuestra ciudad. -¿Quedaron conformes con el segundo puesto? -Sí, porque en el balance final del torneo hicimos las cosas bien. Más allá de que perdimos en la final, realizamos un muy buen campeonato. -¿Qué diferencia notaste en la final ante Brasil? -Creo que la única diferencia que hubo en la final fue que ellos pudieron hacer el primer gol y eso les simplificó mucho las cosas, a pesar del sacrificio extra que hicimos en pos de revertir el resultado. -Después del primer gol ustedes se desordenaron mucho en todas las líneas y les ofrecieron todo tipo de ventajas, ¿coincidís con esto? -Sí, porque el partido estaba muy parejo hasta el 1 a 0, a tal punto que merecíamos el empate. Pero en una jugada media confusa y que el árbitro sancionó un penal en contra nuestro, ahí nos terminamos de desordenar del todo y se acabó el partido para nosotros. -¿Pesó en algo el hecho de saber que el seleccionado de Brasil había ganado los tres últimos campeonatos Sudamericanos en esta categoría? -No, porque nosotros nos teníamos mucha confianza. No nos jugó en contra el hecho de que Brasil haya obtenido los últimos tres torneos. La Argentina tenía todo para salir primero. Creo que nos faltó un poco de suerte en la final. -¿Tocalli habló sobre la posibilidad extra que pueden llegar a tener quienes disputaron el Sudamericano? -No. Hugo nos dijo que tanto los chicos que fuimos al Sudamericano como los que se tuvieron que quedar acá, todos vamos a tener las mismas chances. El hecho de haber sido integrante del equipo que clasificó a la Argentina para el Mundial no nos asegura el pasaje a Trinidad y Tobago. -¿Cómo viviste la final desde el banco? -La verdad, tenía una bronca interna bárbara. Porque quería jugar esa final y más aún sabiendo que enfrente estaba Brasil, un equipo al cual el jugador argentino desea enfrentar siempre. Pero bueno, me tocó mirarlo desde el banco e hice mucha fuerza para que a mis compañeros les fuera bien. -¿En quién pensaste cuando te dieron la medalla? -En ese momento no pensaba en nada ni en nadie porque tenía mucha bronca. Pero analizándolo ahora, es decir en frío, soy consciente de que me tocó vivir un momento muy especial en mi vida. -Y con respecto al torneo en general, ¿qué les dijo el técnico Hugo Tocalli? -Simplemente nos juntó a todos y nos agradeció porque habíamos conseguido una de las tres llaves para disputar el Mundial, en setiembre, en Trinidad y Tobago. -¿Cómo estuvo el equipo durante todo ese tiempo? -Muy unido. Y gracias a eso, se nos facilitaron las cosas. -¿A pesar de que aún faltan un par de meses, cómo ves a la Argentina para el Mundial? -Si bien todavía falta bastante tiempo, creo que la Argentina está para hacer un muy buen papel. Lógicamente que habrá que trabajar mucho en la parte táctica y física para llegar en óptimas condiciones al Mundial, que promete ser mucho más duro que el Sudamericano.
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