Jorge Kaplán
La Facultad de Ciencias Económicas de la UNR se embarcó hace dos años en la nada fácil tarea de calcular el Producto Bruto Geográfico (PBG) de Rosario y su aglomerado urbano. Este dato es de vital importancia a la hora de asentar una base para saber la situación actual y a partir de la elaboración de las distintas series anuales conocer la evolución de los distintos actores económicos. Con esos instrumentos en la mano se podrán plantear las estrategias de desarrollo de la ciudad y su zona, además de poder pelear con los números en la mano cómo se reparte la torta de recursos en la provincia. Estos números indican que el Gran Rosario generó en 1997 el 44,66% del valor agregado de toda la provincia (en los sectores secundario y terciario), un punto menos que en 1993, cuando aportaba el 45,63%. La participación de la zona en la torta nacional también mostró una disminución ya que pasó del 3,58% en 1993 al 3,30% en 1997. La ciudad de Rosario representa el 37,66% de la provincia y el 2,78% del país en 1997, contra el 38,53% y 3,03% respectivamente en 1993. Ahora, el retroceso de la participación dentro del país ronda el 8%, mientras el peso dentro de la provincia cayó un 2%, y esta diferencia en el comportamiento indica que la provincia también perdió en su participación dentro del país. Las causas de la reducción del peso de Rosario en la economía provincial y nacional se debe rastrear en los efectos de la recesión sobre el comercio (vital para la ciudad), el cierre de numerosas fábricas o su desplazamiento hacia localidades del interior, y la merma de la actividad financiera tras la crisis del tequila y el traslado de muchas operaciones a otras provincias para eludir el impuesto a los sellos. El trabajo fue presentado esta semana por las autoridades de la facultad y la Municipalidad de Rosario (co-financiador del estudio) y revela los datos del PBG de los años 1993 al 1997, previéndose para los próximos meses la presentación de las series de los años 98, 99 y 2000. El PBG es un símil del Producto Bruto Interno (PBI) que se calcula a nivel país, pero su cálculo es bastante más arduo por las dificultades para aislar el valor agregado de una zona que interactúa con sus vecinas. El criterio utilizado para definir el aglomerado Gran Rosario fue tomar desde Villa Gobernador Gálvez hasta Puerto San Martín. La premisa es que haya una continuidad urbana, y el trabajo evalúa el valor agregado producido en los sectores secundario (industria y energía, básicamente) y terciario (servicios y comercio). El informe indica que el PBG del Gran Rosario del año 1997 fue de 7.503 millones de pesos. En tanto, el PBG de la ciudad fue en 1997 de 6.328 millones, lo cual representa el 84,3% del total. Si se observa la evolución anual, se notan claramente los períodos de expansión de la economía (años 94, 96 y 97) y la caída del 95 por la crisis derivada del efecto tequila. Respecto a los últimos tres años, Alicia Castagna, decana de la facultad, indicó que los datos preliminares que se están procesando reflejan cifras de PBG "con una ínfima variación respecto al 97". Analizando la estructura productiva por sectores que aportan mayor valor agregado durante el período 93/97 son las actividades inmobiliarias y empresariales, comercio (mayorista y minorista), la industria manufacturera y el rubro transporte y comunicaciones. De estos, la industria tiene mayor participación en el aglomerado mientras que los tres sectores restantes dominan en Rosario. Los sectores de peor performance en el aglomerado en ese período fueron la intermediación financiera (-1,91%), construcción (-4,52%) y comercio (-0,86%); mientras que el mayor crecimiento se dio en los servicios sociales y de salud (34,53%), y transporte y comunicaciones (22,89%). La decana de Ciencias Económicas resaltó que el informe "es el resultado de dos años de trabajo que incluyeron la elección de la metodología y después el acopio y procesamiento de los datos". Indicó que el PBG de la ciudad se reparte en "un 20% del sector secundario y un 80% de comercio y servicios, básicamente", y remarcó la fuerte caída del sector financiero producto "del cierre de bancos y la concentración" que se dio tras la crisis del tequila. El trabajo fue elaborado por el Instituto de Investigaciones de la Escuela de Economía que debió lidiar con recursos humanos y materiales limitados. También se debieron superar algunas vallas como la reticencia de muchas empresas a brindar información, junto al caos en las reparticiones públicas a la hora de suministrar datos, lo que obligó a los investigadores a recurrir a diversas metodologías de cálculo y de proyección de cifras para arribar a los números definitivos. De todas formas, María Lidia Woelflin, directora de la Escuela de Economía y la decana Castagna enfatizaron que "este informe sirve para llamar la atención, para saber dónde estamos y qué queremos ser".
| |