ALEJANDRO BRITTOS
Hace seis meses los trabajadores del molino arrocero San Javier tomaban pacíficamente las instalaciones donde se elaboraba el famoso arroz Mocoví. Habían dejado de cobrar sus sueldos y el cierre definitivo parecía inevitable.
Hoy, poco tiempo después, una cooperativa formada por esos mismos trabajadores se hizo cargo de la planta, diseñó una nueva marca y ya está armando su estrategia de comercialización en todo el país.
"Ya tenemos agentes en Rosario, en Santa Fe y en varias provincias. Hicimos un acuerdo con la gente de la Cadena del Centro y estamos tratando de hacer otro con Carrefour", cuenta Roberto Sostre, presidente de la cooperativa.
Hasta ahora la experiencia sanjavierina logró atravesar con éxito las primeras pruebas: cambiar el desaliento ante la perspectiva de cierre por la esperanza y la confianza necesaria de un nuevo emprendimiento. Y, además, cambiar de actitud para adaptarse a un modo de organizar el trabajo y la empresa totalmente diferentes al anterior.
"La gente tuvo que tener un cambio fuerte. En el primer momento algunos creían que como ya no había patrones cada uno podía ser su jefe y hacer lo que quisiera. Pero así no se puede", explica el directivo.
También se tuvo que trabajar muy fuerte para cambiar el tipo de compromiso hacia la firma. "Si antes uno pasaba y veía algo tirado y pasaba de largo, hoy tiene que dar la vuelta y levantarlo porque eso que está tirado es de todos", sostiene.
Para ello hubo jornadas especiales de capacitación para los cerca de 50 trabajadores. Muchos de ellos tienen muchos años de trabajo en el lugar y están habituados a una determinada forma de hacer las cosas, que ahora debieron modificar.
Uno de los cambios más fuertes que hubo que asumir fue que los anteriores sueldos, relativamente importantes para los tiempos que corren, no existirían más. Ahora éstos dependerán de la suerte que tenga la nueva empresa.
Como una forma de asegurar que el esfuerzo será compartido se acordó fijar como objetivo para esta etapa, un sueldo igualitario para todos los trabajadores de 300 pesos para cada uno.
Carrera contra el tiempo
Aquellos que impulsan este proyecto saben que no tienen mucho tiempo y que los resultados tienen que llegar rápido. En otro tipo de empresas los accionistas pueden estar en condiciones de esperar un tiempo prudencial para que la nueva marca se imponga en el mercado y comience a dar ganancias.
Pero en este caso ese tiempo no existe ya que los trabajadores-accionistas necesitan imperiosamente contar en el menor lapso posible con un sueldo para sostener a sus familias.
En este momento, estos trabajadores están cobrando el subsidio por desempleo pero esto se terminará dentro de escasos seis meses.
Por ese motivo están librando una verdadera batalla contra el tiempo, para lograr que cuando eso ocurra la empresa ya esté dando algunas ganancias. En esta carrera toda la atención está puesta ahora en armar cuanto antes una cadena de venta para el nuevo arroz Aletín, producido en esta planta de la costa santafesina.
Un paso importante en esta dirección fue armar una red de comercialización propia. "Estamos armando corredores en todo el país", dice el dirigente de la cooperativa. Hasta ahora cuentan con representantes en Rosario, Santa Fe, La Plata, Mendoza, Tandil y otras zonas de la provincia de Buenos Aires, además de Tucumán, Salta y Jujuy.
Al mismo tiempo lograron un acuerdo con la Cadena del Centro de Rosario para vender en sus locales y al mismo tiempo fabricar una marca propia para la misma. Cabe señalar que la cadena Centro nuclea a cerca de 300 minoristas, por lo que el acuerdo es muy importante para la cooperativa de San Javier. Paralelamente se están haciendo gestiones para tratar de hacer pie en las grandes cadenas del país.
"En estos días nos reuniremos con directivos de Carrefour para ver si podemos llegar a algún acuerdo", comentan los cooperativistas.
El apoyo de todos
Todos estos pasos son fundamentales para que el proyecto pueda empezar a caminar solo. En efecto, el proyecto pudo llegar hasta aquí en gran medida gracias al fuerte apoyo brindado desde el sector público local y provincial.
"Tanto el intendente de San Javier, Ramón Baucero, como el ministerio de la Producción, encabezados por el ministro Miguel Paulón y el secretario de Agricultura, Oscar Alloatti, dieron un gran apoyo en todo esto", dice Marcelo Escobar, presidente del Consejo Deliberante local, actualmente a cargo de la municipalidad debido a que el intendente tomó unos días de licencia.