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"Hombre de honor" es una película convencional. Reproduce con fidelidad extrema la épica del triunfo individual que por estos días domina la cultura de Occidente y que Hollywood defiende con uñas y dientes. Inspirada en un episodio real, narra los esfuerzos que debe hacer un marino negro para ser aceptado en la fuerza. El tesón con que se empeña en vencer los prejuicios raciales es el motor narrativo de la película. Su lucha por convencer a su oficial superior de que es apto para el trabajo que siempre soñó realizar -ser buzo táctico- más que la historia es la razón de ser del filme. El papel es cubierto por Cuba Gooding Jr., ganador del Oscar por "Jerry Maguire", quien demuestra por qué tiene bien merecida la estatuilla. Robert De Niro hace una composición esquemática del militar empeñado en arruinar la carrera del cadete, pero con eso le basta para ser su contracara ideal. La pareja funciona a la perfección. Sus actuaciones transmiten la tensión que en las décadas del 50 y el 60, época en la que está ambientada la acción, vivían negros y blancos en Estados Unidos. El final es feliz, ideológico y se ajusta a la realidad. Por eso, acaso, resulta tan emocionante.
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La Ciudad
