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Una empresa santafesina se juega a full con el biodiesel

Directivos de Biofe presentaron su proyecto para desarrollar combustible en base a soja

La implementación del biodiesel como combustible dentro de los procesos productivos del campo sumando adeptos día a día. En el equipo de pioneros se encuentra un emprendimiento santafesino, que esta semana se presentó en la Fundación Litoral y en la que se analizaron los beneficios en la estructura de costos, características, así como las ventajas técnicas y ambientales de uso en la agricultura.
Uno de los directivos de la empresa Biofe, Enrique Lasgoity, resaltó las ventajas comparativas de su utilización respecto del gasoil no sólo en lo que respecta a la reducción en el precio del combustible sino también en la mejora en el precio de venta de la producción destinada al biodiesel.
Lasgoity explicó que la diferencia en el precio venta es entre un 10 y 20% mayor, debido a la disminución en los costos de los fletes, ya que las plantas para el procesamiento del combustible vegetal están proyectadas cerca de los campos. Una diferencia que se acrecienta a medida que los productores están más alejados de las fábricas o puertos del complejo oleaginoso.
El directivo resaltó que el precio combustible en base a aceites vegetales estribaría también entre un 10 y 20% menos que el gasoil y que rondaría en los 35 centavos.
El empresario apuntó en la charla que otras de las ventajas es que los motores de los tractores no deben sufrir modificaciones para adaptarlas al nuevo combustible y descartó que exista una disminución en la potencia o de desgaste de las piezas.
Un estudio de factibilidad encargado por el vicegobernador de Santa Fe, Marcelo Muniagurria, hizo un cálculo de máxima: estimó un consumo de 12,1 millones de metros cúbicos de gasoil (el combustible más utilizado por la producción) y lo tradujo en un combustible B20, es decir con una mezcla hasta el 20% de aceite vegetal.
El resultado fue que para abastecer esta demanda se necesitarían 13.696.000 toneladas de soja, un 74% de la última cosecha, que llegó 21 millones de toneladas. Si, en cambio, el biodiesel se aplicara puro, la demanda de soja llegaría a casi 69 millones de toneladas, cuatro veces más que la cosecha actual.