Mercados

El mundo después de la aftosa

El director del Inai, Ernesto Liboreiro, estimó que a corto plazo aumentarán los mecanismos paraarancelarios

Marcos Cicchirillo

El rebrote de la enfermedad de la aftosa a nivel mundial y el mal de la vaca loca en Europa sirvió para que la mayoría de países elevara el número de barreras proteccionistas y los consumidores decidieran bajar drásticamente el consumo de carne. Ante la posibilidad de que estas medidas sirvan de marco para una avanzada de los principales bloques económicos hacia una profundización de los subsidios y cierre de mercados no sólo para el sector cárnico, el presidente del Instituto Argentino de Estudios Internacionales (Inai), Ernesto Liboreiro, estimó que en corto plazo las grandes potencias económicas potenciarán los mecanismos arancelarios y paraarancelarios. Sin embargo, el especialista consideró que en el mediano plazo el sector de las carnes será uno de los más beneficiados y señaló que una vez superada la crisis, el sector saldrá fortalecido.
-¿Cómo ve el panorama para el sector cárnico?
Hubo una reducción considerable del consumo. Pero la aparición de la vaca loca tiene como beneficio es el aumento en 2 millones de toneladas de harinas vegetales en reemplazo de la harina animal, factor clave en la reaparición de la enfermedad, aunque perjudicial en las exportaciones de carne. Pero en dos o tres años esto será irá corrigiendo y los europeos volverán a comprar en cantidades normales. El problema de hoy es circunstancial como para renunciar a la pelea. En todos los trabajos que existen a nivel mundial, las propensiones al consumo de carne es de las más alta entre los alimentos.
-¿Estados Unidos y la Unión Europea no están fogoneando este problema para justificar un aumento progresivo de las barreras comerciales?
-Pueden plantear barreras arancelarias adicionales, como mecanismo para importar menos. Aunque la reacción de la Unión Europea puede ser al revés, que diga: "Se terminó el uso intensivo de la tierra". Porque si ellos deciden utilizar más barreras, eso significa que continuarán con el uso intensivo de la tierra, y esto tiene muchos enemigos dentro de los consumidores europeos. Por eso creo que les dará motivos a los dirigentes europeos para argumentar su reducción, porque el proteccionismo es uno de los generadores de todo este problema, ya que el uso intensivo contamina el ambiente, los animales y los alimentos. Otro factor para prever una baja de los subsidios es que tienen que incorporar 5 países del Este pero con el mismo presupuesto. Por eso creo que terminarán llegando a esta conclusión.
-En base a los estudios que se realizan en el Instituto, ¿cuáles son las perspectivas para el sector?
-De los diferentes modelos se desprenden dos cosas: si hubiera una continuación de las políticas actuales se beneficiaría más al consumo de carne que a otros productos. Y segundo, si hubiera liberalización, sería los productos cárnicos uno de los sectores más beneficiados. Hoy hay una crisis, pero mi visión, es de que realmente hay que aguantar este chubasco dos o tres años pero es un sector importante para la Argentina, al igual que los forrajes.
-¿Qué debe hacer la Argentina mientras tanto?
-Si Argentina hace los deberes, que no los ha realizado muy bien, y garantiza productos de calidad, que tiene sistemas de salud que están siendo estrictos y produce lo que necesita el mercado, tiene en la carne un sector pujante. Pero todo depende de hacer los deberes.
-En tanto, ¿las barreras en el corto plazo se acrecentarán?
-Sí. Pero con los deberes hechos es un sector importante para crecer. Por ejemplo, hace un par de meses la Unión Europea sacó un reglamento más estricto al implementando en los 90, que se refiere al rotulado de los alimentos y la trazabilidad. Lo que van a buscar es garantizar al consumidor que se están siguiendo buenas normas, que hay pocas trampas en los procesos productivos. Argentina va en la dirección adecuada, estamos mejor que hace un año, pero tendrá que pensar en un régimen de trazabilidad.
-¿El sector no está al día con estas nuevas reglamentaciones?
-No. Hay gente del sector público que está trabajando en eso y creo que en el corto plazo nos pondremos en línea con estas nuevas exigencias.
-¿Esto se puede llegar a traducir en un nuevo impedimento?
-Sí.

Liboreiro estimó que el sector cárnico en Argentina tiene futuro.