El Ministerio de Salud Pública de El Salvador dio a conocer un informe en el que manifiesta su preocupación por el incremento de la violencia social y por la creciente necesidad de los salvadoreños de recibir atención en salud mental, tras los terremotos de enero y febrero pasados.
En los tres últimos meses la atención en el área de salud mental se ha convertido en la tercera prioridad para el ente estatal después de las enfermedades gatroinstestinales y las respiratorias.
El ministro José López Beltrán indicó que en tres meses se ha atendido a 17.000 pacientes, cifra que supera en un ciento por ciento las atenciones de todo el 2000. El alto funcionario indicó que brotes excesivos de violencia, como los que se han registrado en penales y en domicilios particulares, están relacionados con traumas generados a raíz de los sismos.
Peleas en todas partes
Destrucción y pobreza
Destrucción y pobreza
En las últimas semanas se han verificado graves hechos de violencia en centros de reclusión de jóvenes, tales como riñas entre pandillas conocidas como "maras", homicidios o intentos de homicidio. Entre estos últimos figura el de un grupo de jóvenes que fue rociado con combustible por sus rivales.\Por otra parte, Gloria Morán, funcionaria del Ministerio de Salud, aseguró que la violencia intrafamiliar se ha incrementado entre 40 y 50 por ciento en comparación a los años pasados.\La sociedad salvadoreña fue sacudida recientemente por la noticia de una joven madre que asesinó a sus dos hijas menores, en tanto que otra menor sufrió heridas al ser atacada por su madre en un hecho que esta última atribuyó a la depresión y la falta de trabajo.\Morán estima que la violencia intrafamiliar se ha agudizado por el hacinamiento, la falta de motivaciones, la falta de trabajo y el estrés vivido por la población tras los terremotos y sus réplicas.\El Salvador es el cuarto país más pobre de América latina, según el Indice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas (ONU). El nivel de pobreza antes de los terremotos se situaba en 47 por ciento y actualmente es de entre 52 y 55 por ciento según las fuentes, de los cuales un 30 por ciento corresponde a población en pobreza extrema, es decir en incapacidad de satisfacer necesidades básicas de alimentación.\