El ministro de Medio Ambiente de Mecklemburgo-Antepomerania, Wolfgang Methling, criticó la temeridad de los capitanes y aseguró que el accidente pudo haberse evitado. Según Methling, el petrolero echó ancla por un defecto del motor, mientras que el carguero viajaba a pesar del riesgo que implicaba el fuerte oleaje que reinaba en el momento del accidente y finalmente acabó estrellándose con la primera embarcación. Según las fuentes alemanas, no hay peligro para las tripulaciones y ambas naves siguen flotando.
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