Caos para Brasil. Grandeza para Ecuador. Renacimiento de Perú. Sepultura chilena. Infierno uruguayo. Grito guaraní. Trámite argentino y colombiano. La 11ª fecha de las eliminatorias sudamericanas dejó secuelas para todos los gustos: resultados obvios, sorpresas, algo de incertidumbre. Indudablemente el gran resultado lo consiguió Ecuador en la altura del estadio Atahualpa de Quito. Por primera vez en su historia los ecuatorianos derrotaron a Brasil. Sería una injusticia soslayar la victoria del equipo del Bolillo Gómez con el peor presente del fútbol brasileño en mucho tiempo. Ecuador sueña con su primer Mundial y esgrime los argumentos adentro de la cancha. Todavía debe recorrer un largo camino hacia Corea y Japón, pero está en carrera como nunca antes. Paraguay se sacó de encima a Uruguay en el estadio Centenario, un lujo que muy pocos pueden darse, y está muy cerca de otra Copa del Mundo. Parece que a Uruguay la historia se le vuelve triste y repetida. Perú sólo se dio el gusto de ganar un clásico con enorme cantidad de connotaciones extradeportivas, pero está muy lejos. De todas maneras, el triunfo sobre Chile le sirvió para alejar a los trasandinos del torneo ecuménico. Y para la realidad incaica no es poco. Colombia hizo uso y abuso de su superioridad ante Bolivia, pero está preocupado por la tabla, aunque debe considerar como muy positiva la victoria de Paraguay en Uruguay. Por ahora, los cafeteros van a un desempate con el ganador de la zona de Oceanía. La lógica indica que Ecuador sufrirá en algún momento los mareos de la altura -en las posiciones- y eso hace suponer que tendrá el camino expedito hacia la clasificación. Argentina forma parte de otro torneo. Es tan abrumadora la diferencia que parece que jugara sola y que los demás estuvieran en otra cosa. La próxima jornada traerá alivio para algunos y mortificaciones para otros. Uruguay irá con su espada de Damócles a Santiago, Paraguay deberá caminar con pie de plomo en la altura de Quito, Brasil buscará algo de aire ante el inocente Perú y Colombia cumplirá con el trámite de ganarle a Venezuela para esperar un traspié ecuatoriano que le permita ubicarse entre los cuatro de arriba. Es que Argentina, Paraguay y Brasil ya parecen fuera de discusión. La sensación es que en Sudamérica se pelea por el último cupo y por la reclasificación ante los de Oceanía. Esa historia parece sólo reservada para Ecuador, Colombia y Uruguay. Argentina, fuera de contexto, tratará de demostrar que la pelota dobla en la Paz. Es una asignatura pendiente heredada de ciclos anteriores. Pero ningún resultado alterará el casi obvio pasaporte a Japón y Corea.
| |