Las Varillas

Secuestran a un empresario que ganó el Quini 6 hace tres años

Córdoba.- Un empresario rural de la localidad de Las Varillas fue secuestrado la mañana de ayer en inmediaciones de La Playosa, hacia donde se dirigía con su mujer y un empleado para visitar una estancia que había adquirido tres años atrás cuando ganó algo más de 6 millones de dólares en el Quini 6.
Los hechos se registraron alrededor de las 7, a unos ocho kilómetros de La Playosa, cuando Angel Dolza, de 60 años, detuvo su vehículo para asistir a cuatro hombres que se encontraban en la banquina con una camioneta Volkswagen Saveiro aparentemente descompuesta.
De inmediato los secuestradores tomaron por la fuerza a Dolza y a su empleado, Germán Nani, mediante la utilización de armas de fuego y los subieron a la camioneta mientras que la mujer del empresario observaba todo desde su auto.
Nani fue dejado en libertad a unos 15 kilómetros de lugar del secuestro y relató lo que había pasado a un hijo de la víctima, tras lo cual este radicó la denuncia policial. Ante los investigadores, Nani dijo haber visto "la misma camioneta de los secuestradores merodeando el campo de Dolza hace dos días".
Vecinos del estanciero declararon que Dolza trabajaba de panadero hasta hace tres años, cuando ganó 6 millones de dólares en el Quini 6. Desde entonces se dedica a la actividad rural en La Playosa, a 50 kilómetros de Las Varillas, y a la atención de una estación de servicios en su ciudad de origen.
Tras conocerse el secuestro, agentes de la Unidad Regional 8 de la policía provincial aplicaron un operativo cerrojo en las rutas de la región aunque hasta anoche no habían podido dar con el empresario.
Por su parte, en declaraciones a la prensa, el subjefe de la policía cordobesa, comisario general Elio Gómez, precisó que "tampoco los secuestradores no se han comunicado" con la familia del empresario.
El único dato que los investigadores tienen es que la camioneta sería "de los secuestradores y se trataría de una pick up Saveiro color blanca cuya chapa se desconoce".
Los investigadores del caso estaban extrañados acerca de la forma de actuar de los secuestradores, quienes no serían profesionales ya que actuaron a cara descubierta y dejaron ir a la esposa y al empleado del empresario sabiendo que los podían denunciar, aunque esto sucedió tres horas después del secuestro.