Un inspector es titular de la cuenta donde se habrían depositado coimas

El juez de instrucción Nº9, Carlos Carbone, dio un nuevo paso en la causa que se sigue contra tres inspectores municipales por "exacciones ilegales", a partir de denuncias sobre pedidos de coima a boliches bailables y otros negocios de la noche. El magistrado identificó que el titular de la cuenta corriente donde algunos empresarios debían depositar las comisiones pertenece nada menos que a Julio José Occhi, el sumariado jefe de espectáculos nocturnos de la Dirección de Registración e Inspección de la Municipalidad, y uno de los imputados.
Occhi tenía la cuenta personal, junto con un familiar cuyo nombre no trascendió, en el Banco Credicoop. Según fuentes cercanas a la causa, se logró secuestrar también una boleta de depósito por 3.000 pesos en el domicilio del funcionario, hoy apartado de su cargo y sumariado.
El juez envió un oficio al banco para que informe sobre el movimiento de esa cuenta y el saldo actual. Ayer no se descartaba que hoy se realizaran nuevos allanamientos y algunas medidas de prueba, como el reconocimiento de los imputados por parte de personas que habrían sido víctimas de las maniobras.
El caso se conoció la semana pasada, cuando el juez detuvo a Occhi y a los inspectores Maximiliano Aidar y Ariel Segovia. Los dos últimos estaban acusados de pedir dinero a los boliches en nombre del primero. La causa se inició por una presentación ante la Justicia de la misma Municipalidad, luego de una serie de denuncias formuladas por los dueños de los boliches ante las autoridades. Luego, los denunciantes ratificaron sus dichos frente al juez.
Concretamente se les atribuía a Occhi, Aidar y Segovia el pedido de coimas que iban desde los 150 a los 500 pesos por fin de semana para que los dueños de los locales pudieran "trabajar tranquilos". Aparentemente, y según las denuncias, eran los dos inspectores quienes exigían las coimas, invocando a su jefe. Pero en algunos casos era en la cuenta de Occhi donde se habría depositado el dinero.
El miércoles pasado, el juez ordenó la detención de Segovia y Aidar. Occhi, por su parte, se adelantó y se presentó en el juzgado de Carbone, lo cual no impidió que también quedara en condición de detenido.
El viernes pasado, el juez los dejó libres, aunque igualmente quedaron imputados de "exacciones ilegales", delito que se castiga con penas de entre uno y seis años de prisión e inhabilitación para ejercer la función pública. De hecho, los tres funcionarios sufren un sumario interno que podría desembocar en la exoneración.