Año CXXXIV
 Nº 49.070
Rosario,
miércoles  28 de
marzo de 2001
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Muy pocos se quieren radicar fuera de las ciudades
Un estudio revela que en Rosario hay superpoblación de médicos

Lucas Ameriso

Un informe presentado anoche en el Círculo Médico de Rosario encendió la polémica. El profesor de Gastroenterología de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), Hugo Tanno, hizo público un estudio estadístico que deja al desnudo la superpoblación de médicos en la ciudad. "El número de egresados en la Facultad de Medicina de la UNR aumentó en la última década un 30 por ciento. Mientras que el promedio del país es un médico cada 386 habitantes, en Rosario es de uno cada 153. Existe una congestión de médicos en las ciudades y encima la cantidad de especialistas duplica ampliamente a los generalistas", desgranó. Ante este panorama Tanno se mostró a favor de la instrumentación de un ingreso restricto en la universidad a través de un examen. Y además propuso que "los médicos recién recibidos sean trasladados a zonas de la provincia carentes de profesionales para que hagan la conscripción".
El diagnóstico de la situación fue atentamente seguido, por el viceministro de salud santafesino, Ramiro Huber y la decana de Medicina, Raquel Chiara.
La problemática puso sobre el tapete una discusión que se mantenía hasta ahora por lo bajo. ¿Existe una política de distribución de los recursos humanos que eleve la calidad de la prestación médica en la provincia?, ¿el ingreso libre a las facultades contribuye o atenta contra la dinamización del mercado laboral? Estos y otros interrogantes flotaron en el ambiente tras conocerse los resultados del estudio estadístico de Tanno, obtenido con datos del departamento de Estadística del gobierno santafesino y del Colegio de Médicos, actualizado a junio de 2000.

Las cifras de la polémica
Un elemento es por demás de elocuente. Mientras la relación promedio en la Argentina es de un médico por cada 386 habitantes, en la ciudad de Rosario esta proporción se reduce bruscamente a 153.
"Por lo que hemos averiguado no se da esta proporción en ningún lugar del mundo, o sea que estamos en la vanguardia de esta tendencia", apuntó Tanno.
Según explicó el catedrático, las causas se pueden encontrar en la cantidad de médicos que egresan anualmente de la Facultad de Medicina de la UNR. De acuerdo a datos oficiales, en el año 90 fueron 317 profesionales los que se recibieron, pero para el 99 la cifra trepó a 449. Los guarismos también arrojan otros datos reveladores como que en la última década el aumento de la población médica ronda el 30 por ciento.

Especialistas vs generalistas
Pero el sondeo estadístico va un poco más allá y se mete con aspectos cualitativos del rubro. Según el informe, en la provincia de los 10.905 médicos, 7.982 se dedican a especialidades, mientras que sólo 2.923 son generalistas, generando una desigual relación que duplica holgadamente a los especialistas de los médicos clínicos.
Incluso inciden en el complejo mapa de inserción ocupacional, el lugar donde deciden radicarse los médicos santafesinos, evidenciando una clara "congestión de profesionales en las grandes ciudades, en desmedro de las áreas más despobladas", prosigue el informe.
Tanno ejemplificó: "En departamentos del norte santafesino como San Javier la proporción es de un médico cada 1.142 habitantes. Esto quiere decir que cada profesional trabaja donde le es más redituable económicamente, y no donde se lo necesita. No hay una política de distribución de los recursos humanos que se forman en la educación pública".

A la conscripción
En esta línea de argumentación el académico bregó para que el Estado, "que invirtió dinero en la formación de un profesional, fije un régimen de conscripción en los médicos recién recibidos enviándolos a lugares de la provincia donde hacen falta".
Luego de las explicaciones respecto de su informe, Tanno efectuó algunas conclusiones. "En principio se desprende que para frenar esta desproporción en el número de médicos se debe limitar el ingreso a la facultad, porque no se necesitan más profesionales sino elevar la calidad de la atención pública".
Y en tal sentido, el titular de la cátedra de Gastroenterología señaló: "Si se quiere implementar una nueva currícula en Medicina con mayor excelencia, habrá que hacer algo con los 1.700 ingresantes que comienzan la facultad". Renglón seguido, Tanno sentenció: "No hay país en el mundo donde exista el ingreso irrestricto en las universidades públicas. Se deben fijar límites".



"Para frenar esta desproporción se debe limitar el ingreso a la facultad", dijo Tanno.
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