Juan José Llach explicó que para impulsar la economía hay dos escuelas: una es cerrar la brecha fiscal, esto hace bajar el riesgo país, entonces suben los precios de los activos, la gente invierte y gasta más. "Este razonamiento es impecable, sólo que falla en la primera premisa. ¿Cómo hacer para bajar el déficit en plena recesión?", razonó. Llach evitó mencionarlos explícitamente pero en rigor esas fueron las recetas de sus antecesores: José Luis Machinea con el impuestazo y las rebajas de sueldos, y López Murphy el ajuste del gasto educativo. Según Llach, la otra escuela es la idea que impulsa Cavallo: reactivación primero y después cerrar la brecha fiscal, porque "si no es imposible". Y señaló que aumentar los impuestos para salir de una crisis puede ser efectivo como lo fue en el caso del tequila, pero "eso se puede hacer cuando una recesión está por empezar y no cuando, como ahora, llevamos tres años en recesión". Es que "una recesión tiene su propia dinámica y su propio círculo vicioso del pesimismo, y la situación actual es el de una recesión muy prolongada que se acerca a depresión". Indicó que "la idea es reactivar como condición previa, e ir licuando el gasto público en el crecimiento. Subir el PBI para que las relaciones con la deuda y el gasto sean más aceptables", pero aclaró que "la condición imprescindible es política: es cierto que hay una serie de problemas reales de pérdida de competitividad de la economía, de sobrevaluación del peso y bajos precios de commodities por ejemplo, pero hoy el corazón de los problemas de la economía argentina pasa por lo político".
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