Año 49.067
 Nº CXXXIV
Rosario,
domingo  25 de
marzo de 2001
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"En el Toulouse me sentí discriminado"

Darío Cabrol también conoció en su corta estadía en Francia el lado oscuro del fútbol: un entrenador alérgico a los jugadores argentinos y un par de actuaciones de vuelo muy corto que pusieron en duda su reputación de volante que llegaba para grandes cosas terminaron de convencer a la dirigencia del Toulouse de darle rápidamente las gracias por los servicios prestados.
-¿Qué balance hacés de tu corto paso por el Toulouse de Francia?
-A pesar de que no me quedé el tiempo que pensaba lo considero un paso importante en mi carrera porque cumplí el sueño de jugar en Europa. Además en los últimos años y por los logros que consiguió a nivel de selección, el fútbol francés es considerado uno de los más importantes en cuanto al nivel de juego. Fueron seis meses que traté de aprovecharlos al máximo, espero regresar en el corto plazo.
-¿Cómo se explica entonces que firmaste por cuatro años y sólo estuviste seis meses?
-Lo que pasa es que cuando firmé con el Toulouse fue por pedido del técnico Alain Giresse. Pero lamentablemente él se tuvo que ir por los malos resultados y jugué todos los partidos hasta que lo echaron. Después llegó un tal Robert Nouzaret y empecé a mirar los partidos desde la platea junto a Alfredo Cascini, otro de los argentinos que habían contratado durante la temporada.
-Ahí surgió la propuesta de Colón.
-Sí, pero antes los franceses me propusieron que me buscara club por estos seis meses porque necesitaban tener una plaza de extranjero libre. A partir de junio cuando termine mi contrato con Colón tengo que volver a Francia para cumplir mi vínculo con el Toulouse.
-Aunque no lo digas, prácticamente te echaron sin decírtelo.
-Sí, es evidente que el técnico (trata de no nombrarlo) no me tenía en cuenta.
-¿Lo tomás como un fracaso?
-No, porque mientras estuvo el técnico que me pidió jugué y demostré mis condiciones en un fútbol competitivo como el francés. Después si trajeron a un técnico que no le gustaba mi forma de jugar y tenía problemas con los argentinos yo no tengo la culpa. Por ejemplo, en diciembre llevaron a Chirola Romero (ex delantero de Gimnasia y Esgrima La Plata), y tampoco lo tuvo en cuenta. Está claro que Nouzaret no quiere a los argentinos.
-¿Te sentiste discriminado?
-Y sí, es mucha coincidencia que cada vez que contratan a un jugador argentino no lo tiene en cuenta. Cómo se entiende que de la nada pasé de jugar de titular a no estar ni en la lista de concentrados para el fin de semana. Puede ser que el técnico tenga otras ideas o que no le guste mi forma de jugar, pero creo que merecía otra oportunidad para demostrar mis condiciones.
-¿Está dentro de tus objetivos volver a Francia?
-Si se va ese técnico (risas) no tengo problemas en volver. Pero mientras siga él, es evidente que yo no tengo lugar en el equipo. Sería muy importante para mi carrera jugar nuevamente en el fútbol europeo, además me quedan todavía tres años de contrato.
-¿Con qué tipo fútbol te encontraste en Francia?
-Si bien hay muchos jugadores técnicamente muy dotados, en el fútbol francés se privilegia la parte física. La mayoría de los equipos tienen jugadores extranjeros que marcan la diferencia, está el caso de Gallardo en el Mónaco o del nigeriano Okocha en el París Saint Germain. Allá se usa mucho el pelotazo, como la mayoría de los equipos tienen delanteros muy veloces no se trasporta tanto en el mediocampo. Además otra variante muy marcada con respecto al fútbol argentino es que ellos apuestan mucho a un media punta y no a los delanteros bien definidos. Casi todos los equipos tienen jugadores que además de estar cerca del área rival, participan del juego en ofensiva.
-¿En el fútbol francés también ocurre como en Argentina que la torta se la reparten los equipos más grandes?
-En los seis meses que estuve yo no pasó eso. Por ejemplo, el Olympique de Marsella y el París Saint Germain, dos de los equipos más importantes de Francia, se hacen muy fuertes jugando de local, pero de visitantes apuestan al punto y se van conformes con un empate. En cambio, en el fútbol argentino no pasa eso, tanto River como Boca salen a ganar en todas las canchas y casi nunca juegan a empatar. Al contrario, salen a buscar los tres puntos siempre.


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