Pablo F. Mihal
Todo lo que no mata, fortalece. Y Old Resian, que estuvo muy cerquita de la extinción, no sólo goza de muy buena salud sino que los nuevos aires revitalizaron el estado de la institución tricolor. Haciendo un breve repaso, Old Resian surgió como el club de los ex alumnos de lo que fue el colegio inglés (hoy San Bartolomé). Se fundó en el año 1942 y en sus principios no tuvo un campo de deportes propio. Tuvo sí, una entidad muy acotada y sus actuaciones fueron muy aisladas. La refundación, por decirlo de alguna manera, se produjo en 1965 cuando un grupo de muchachos, que se había consolidado en el colegio, fue llamado por la Fundación Churchill (propietaria del Colegio) con la idea de anexarle al colegio la actividad deportiva, pero fundamentalmente de hacer un proyecto político. Entonces descubrieron que había en el patrimonio de la Fundación un campo de deportes que había sido donado por Alejandro Grant -un gran benefactor de la comunidad inglesa en Rosario-, predio ubicado donde hoy está instalado el campo de deportes del club. Desde esa fecha (1965) hasta hoy Old Resian estuvo ligado tanto al rugby como al hóckey de la ciudad en forma ininterrumpida. Alejandro Posner es uno de los hombres cuya vida está muy vinculada a Old Resian. Fundador del club y secretario honorario de la Fundación propietaria del Colegio durante 17 años, también ocupó la presidencia de la Unión de Rugby de Rosario durante seis años y formó parte del Consejo de la Unión Argentina de Rugby durante otros cuatro. Estas últimas actividades, obviamente, lo alejaron un tanto del club. No obstante volvió a escena. "A mediados del año pasado me llamaron porque el club estaba en una situación terminal. ¿Qué había pasado? Había un enfrentamiento entre la Fundación y el club. -¿En qué situación está Old Resian? -Old Resian tiene personería jurídica propia, independencia económica, paga sus propios gastos, no depende económicamente de la Fundación, pero si depende en cuanto a la provisión de alumnos. Old Resian es el único club escolar que se pudo mantener en Rosario hasta ahora. De hecho Maristas, La Salle, Sagrado Corazón desaparecieron. Nosotros tuvimos el mérito de mantenernos y de hacerlo muy bien, a partir de que teníamos el apoyo de la entidad madre", reseñó Posner al esbozar la historia reciente del club. -¿Y cómo comienzan los problemas? -Cuando empezó a desnaturalizarse la provisión de gente del club hacia la fundación. La fundación se convirtió en un grupo de amigos que, en un determinado momento, resolvieron liquidar el club y le tiraron con artillería mayor: pidieron la devolución de la sede y llamaron a una asamblea para vender los terrenos. Y esto se difundió mucho, deliberadamente. -¿Qué pasó después? -Hubo una auténtica movilización y la Asamblea resolvió tras una mayoría abrumadora (62 votos contra 35) no autorizar la venta de los terrenos. Esto provocó la renuncia íntegra de la administración anterior. Ahora todo permite augurar un futuro venturoso ya que el club y la fundación mantiene su independencia absoluta, pero renació la comprensión de la fundación sobre la conveniencia de ello. El conflicto es un conflicto interno que ya desapareció. Terminó y terminó muy bien, inclusive los que no debían estar se fueron todos. -En este barajar y dar de nuevo, ¿cuáles son los objetivos a corto plazo? -El objetivo principal es empezar a nutrir al rugby infantil de una gran cantidad de jugadores del colegio, y que éstos estén muy bien atendidos y supervisados. Pero el gran objetivo es darle mucha seguridad institucional al club, consolidarlo de tal manera de que asegure su permanencia y su producción durante un largo plazo. El paso principal ya está dado.
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