Año CXXXIV
 Nº 49.063
Rosario,
miércoles  21 de
marzo de 2001
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El artista presenta el CD "Me han contado que existe un paraíso", mañana en El Círculo
José Luis Perales: "No quiero morir en un escenario"
El cantante, con 28 años de trayectoria, dice que es muy tímido y que se siente mal haciendo entrevistas

Marcelo Menichetti

En el marco de una gira que realiza por el continente americano, el cantautor español José Luis Perales subirá mañana, a las 21.30, al escenario del teatro El Círculo, Laprida y Mendoza. Allí mostrará el repertorio que incluyó en "Me han contado que existe un paraíso" el último álbum de su extensa discografía y sus fans seguramente le exigirán a punta de aplausos que repita varios de sus grandes éxitos.
Horas antes de la actuación y apenas recuperado del ajetreo que lo llevó a presentarse el viernes último en la ciudad de Córdoba y el sábado en Villa María, el autor de "Porqué te vas" dialogó con Escenario e hizo gala de un gran sentido autocrítico y una humildad que demuestra que, a pesar del tiempo que lleva su nombre en las marquesinas, el hombre no se cree más que un trovador que hace lo que siente.
Cuando se le pregunta por el tiempo que lleva trabajando con canciones prolonga la respuesta con un: "Uhhh". Luego seriamente revela: "Como cantante hace 28 años y como compositor hace unos cinco o seis más", dice con la satisfecha convicción de que su actual vigencia le confirma que no lo ha hecho tan mal.
-¿Desde esas alturas se pueden hacer canciones de amor que entiendan los chicos de hoy?
-Pienso que sí, porque de otro modo no vendrían tantos jóvenes a mis conciertos. Creo que se trata de un sentimiento inamovible. Pueden cambiar las formas y el modo de exteriorizarlo y hoy el amor es menos tabú que en otras épocas, pero es una constante en el ser humano.
-¿Que usted sea castellano y con vocación por las letras lo emparenta en algo con el Quijote?
-Pues debe ser... (risas) Un poco Quijote soy, no sé si por las letras pero sí porque soy Quijote en la aventura.
-Sus temas bucólicos sugieren que le gusta más el campo que la ciudad, ¿es así?
-Siempre me gustó mucho más el campo que la ciudad, a pesar de que hace cinco años que la estoy soportando porque vivo en Madrid después de 16 años de vivir en el campo. Pero me han arrastrado mis hijos que se iban a estudiar a la universidad. La verdad es que llevo peor lo de la ciudad.
-¿La vida en las ciudades es más ajena al hombre?
-Posiblemente se haya deshumanizado la ciudad. Uno en el campo siente menos agobio y una sensación de absoluta libertad.
-La palabra libertad es recurrente en sus canciones.
-Es verdad que es recurrente, como lo es el sueño de libertad de siempre del ser humano. Creo que esa búsqueda es la gran utopía. Pero el hombre aspira siempre a ser libre y yo trato, dentro de lo posible, de elegir el tipo de vida que quiero y trato de ser lo más libre que puedo dentro de la esclavitud que supone el amor, por ejemplo y la profesión también. Pero soy un ser con mucha vocación de libertad.
-¿A qué atribuye que algunos temas, como "Porqué te vas", que fue banda musical del filme "Cría cuervos", permanezca en la memoria de la gente?
-Creo que en la vigencia de ese tema tiene que ver más con la película que con la canción, ya que la película se sigue exhibiendo en diferentes partes del mundo. Incluso se siguen haciendo versiones de ese tema. La semana pasada apareció una en ruso.
-¿Qué siente cuando reconocen un tema suyo antes que a usted mismo?
-Para un autor que una canción traspase las fronteras, el tiempo, los idiomas y siga vigente luego de tantos años es el cumplimiento de su máximo sueño.
-¿Por qué su nombre no tiene tanta prensa?
-Soy bastante libre y la verdad es que no fomento mucho la prensa, ni las revistas, ni las fotos. Creo que lo mío se basa en el trabajo de muchos años y la verdad es que me siento mal haciendo entrevistas. Creo que es una cuestión de timidez.
-¿Cual es el segmento que prefiere de ese trayecto?
-Lo mejor es componer en el silencio de tu estudio, de la casa. Es la labor más apasionante, la otra es consecuencia y puede convertirse en rutina. La parcela de compositor es la que más me atrapa y la otra, mal que bien la voy llevando.
-¿Cómo se hace para cantarle al amor sin repetirse?
-Bueno, a veces me repito (risas). Pero hay situaciones parecidas que se encaran con músicas diferentes. En este disco profundizo mucho más en los conflictos del amor, en las soledades, en los silencios. En esa otra parte más sombría, menos lírica, menos romántica.
-¿"Me han contado que existe un paraíso", el título de su disco sugiere que no le consta que exista uno, que no lo avizora?
-Todos los seres humanos andamos buscando ser felices. La canción surgió después de ver un noticiero de televisión totalmente catastrófico. Pero creo que se puede conseguir una parcela de felicidad sin morirse. El día que el ser humano no tenga más utopías morirá de materialismo.
-¿Hasta cuándo seguirá esta historia?
-Pues creo que seguiré escribiendo mientras el corazón me siga dictando cosas y la mano me acompañe para hacer un acorde con la guitarra. Esa es una vocación y es como el comer, una necesidad. Sobre los conciertos digo que ya no los voy a hacer más y al final me termina atrapando la gente porque cuando veo la respuesta, la fidelidad, el cariño, me va arrastrando. Espero no morirme de viejo en un escenario porque esa no es mi vocación.
-¿Quien probó el gusto del aplauso puede componer después de abandonar la escena?
-Creo que el compositor no muere nunca. Seguiré escribiendo porque hay mucha gente que está esperando mis canciones y pienso que eso nunca se va a acabar.
-¿Ha variado su estilo musical a lo largo de su carrera?
-Se han producido las incursiones en otros tipos de ritmos por las influencias que recibo tras tantos viajes por distintos países. Pero uno tiene una esencia a la que debe ser fiel y es la misma forma de escribir, la misma manera de componer. Lo único que cambian son las temáticas junto con el paso de los tiempos. La tecnología también aporta su progreso y es bueno aprovecharla. Pero, en la forma de escribir, creo que sigo siendo el mismo estudiante de hace muchos años, que escribía para sus amigos. En este disco he vuelto intencionadamente a aquella época en la que no había ningún condicionamiento de nada, escribía lo que sentía.
-¿Qué música se detiene a escuchar alguien con tantas obras propias?
-Creo que siempre hay cosas que me siguen sorprendiendo. La fuente de todas las canciones está en la música clásica así que siempre escucho mucho a los clásicos.
-¿Qué autores contemporáneos lo sorprenden?
-A nivel de cantautores, Joaquín Sabina me parece el más creativo de todos. Alejandro Sanz me parece que es una novedad, creo que hace una fusión muy buena con el pop y con el flamenco y compone muy de verdad. Lo que me da pena de los artistas nuevos es esa exhaustiva campaña que hacen las compañías de discos que piensan sólo en estrujar la vaca mientras da leche. Los estrujan tan intensamente que eso puede crear un condicionamiento y no dejarle tiempo a los artistas para sentarse a escribir y a desarrollar sus obras.
-Al contrario de esos casos, usted forma parte junto a Víctor Manuel, Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina de un grupo de creadores que parecen inoxidables.
-Bueno, precisamente por eso es que me da un poco de miedo porque valoro mucho a gente como Alejandro Sanz y Enrique Iglesias. Pero los veo tan expuestos que es una continua saturación. Pero es muy difícil frenar algo que uno siempre está soñando, que es llegar. Luego, si lo logras, comienzas a valorar otras cosas com el tiempo libre y escribir para ti, por placer. Eso se pierde por la presión y la generación nuestra creo que lo tomó todo con más calma y las compañías tuvieron más paciencia para esperar los frutos.
-¿Qué proporción ocupa la canción de corte social frente a la romántica, que puede ser más abarcadora?
-Creo que la canción más social tiene que convivir en la obra de un autor con lo romántico. En mi caso conviven las dos desde el principio de mi carrera. Al lado de "Celos de mi guitarra" había un tema que se llamaba "El amo y el mozo". Creo que es más fácil para las compañías -que son culpables de muchas cosas- una canción de amor, porque llega más rápido a la gente, pero para una autor creo que tiene que existir esa parcela de responsabilidad social, de ser testigo de su tiempo y de plasmar las inquietudes de la gente de a pie. No puedes obviar los anhelos de los trabajadores y la marginación infantil, las cosas que nos preocupan a todos y eso es lo que he hecho compatible siempre aunque en realidad se han promovido más mis canciones de amor.
-¿Qué espera como hombre y como artista?
-Me espera un futuro como compositor, que deseo sea largo y me imagino que como cantante me espera algún futuro mientras el público esté ahí para comprar mis discos. Pero en eso creo que hay que saber percibir cuando ya no más y márchate a casa. A nivel humano, espero envejecer en el campo, de la mano de mi mujer.



Perales dijo que no se cree más que un trovador.
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