Hábil para ponerle el pecho a las balas en estos tiempos de silbidos reiterados, Jorge Ribolzi trató de minimizar el disconformismo de la gente de Newell's por la actuación del equipo ante Gimnasia y Esgrima La Plata disfrazando una realidad que no admite dobleces: Newell's no ganó porque jugó muy mal. Aunque el Ruso piense lo contrario: "Me quedé muy conforme con lo que hizo el equipo. Hicimos todo por ganar el partido, pero cuando el rival no quiere salir a jugar se hace complicado", razonó el entrenador rojinegro. "Tal vez el partido no fue muy bueno en cuanto al nivel técnico, pero Newell's salió preparado para buscar los tres puntos. A veces se logra, y otras veces no. Intentamos llegar por abajo con la entrada de Manso y por arriba con el juego de Pavlovich, pero igual no pudimos desequilibrar el resultado", siguió. El conductor de Newell's también justificó la reacción de la gente haciéndose el distraído: "Repito muchachos, el equipo me gustó mucho". Y se fue en busca de su camioneta, que sorpresivamente no estaba estacionada afuera de un hotel céntrico de la ciudad cuando pasadas las once de la noche se reunió con el presidente rojinegro Eduardo López.
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