Tetovo, Macedonia. - Fuerzas macedonias y guerrilleros de etnia albanesa se enfrentaron en las afueras de Tetovo ayer, en el tercer día de un brote de violencia que ha intensificado las preocupaciones en torno a la estabilidad regional. En las angostas calles del distrito de Koltuk, unidades policiales macedonias fuertemente armadas abrieron fuego contra las posiciones guerrilleras en las laderas del monte Baltepe, al borde de la población. Los rebeldes respondieron con intenso fuego de ametralladoras y rifles automáticos hacia el distrito de casitas de dos plantas donde vive la mayoría de residentes de etnia macedonia en la ciudad, en la que predominan los ciudadanos de etnia albanesa.
Obuses de mortero cayeron directamente en la plaza central, en la primera vez que los combates llegaron hasta el corazón de la segunda ciudad más importante de Macedonia y el centro urbano de mayor importancia para la minoría de etnia albanesa.
Las explosiones atronaron en toda la región de Tetovo, en el noroeste de Macedonia y cerca de la frontera con Kosovo, a un ritmo de una cada cuatro minutos, mezclándose con los restallidos de armas automáticas y rifles de francotiradores. "Hay un intenso fuego contra las fuerzas policiales en varios sitios", dijo Stevo Pendarovski, portavoz del Ministerio del Interior. Una granada hizo impacto en una iglesia Ortodoxa y balas perdidas se estrellaron en los muros de un hospital y de una clínica, agregó.
En las colinas aledañas a la ciudad podía escucharse el fuerte impacto de proyectiles y el humo se alzaba de bosques próximos a antenas retransmisoras de televisión.
El fantasma de Kosovo
El Ministerio de Defensa dijo que el ejército de Macedonia, a pesar de que ha recibido autorización para involucrarse en los combates, no se había unido todavía a la policía paramilitar en la lucha contra los insurgentes. Las tres semanas de insurgencia en Macedonia ha causado preocupación internacional de que pueda ser la mecha de una nueva guerra en los Balcanes. La pequeña ex república yugoslava ha evitado hasta ahora durante una década las batallas balcánicas y los actuales combates son los peores que ha experimentado desde su independencia.
Macedonia pidió a la Organización del Tratado del Atlántico Norte hacer más para impedir que los guerrilleros crucen las montañas desde la vecina Kosovo, que es patrullada por una fuerza de paz encabezado por la Otán. El secretario general de la Alianza Atlántica, George Robertson, dijo ayer que las fuerzas de la alianza ya ampliaron su presencia a lo largo de la frontera para cortar las líneas de abastecimiento de los rebeldes.
El enviado de las Naciones Unidas a los Balcanes, Carl Bildt, dijo que la situación le recordaba la espiral de hechos que desataron los conflictos en Bosnia y Kosovo, que derivaron en la intervención de la Otán. "Estoy muy alarmado. Estas son algunas de las peores noticias que vienen de los Balcanes en muchos años", dijo en un seminario en Londres.
Rusia dijo por su parte que respalda los esfuerzos del gobierno de Macedonia para poner fin a las acciones insurgentes, pero expresó preocupación por el hecho de que la ex república yugoslava pueda convertirse en otra Kosovo.
La Cancillería rusa expresó dijo en un comunicado que "se está protagonizando en Macedonia un intento de repetir el escenario de Kosovo". Rusia se opuso con firmeza a la operación militar de la Otán contra Yugoslavia en 1999, para forzar a Belgrado a poner fin a la represión de los albaneses en Kosovo.